Hacia el final del castrismo El dictador niega que haya divisiones en el seno del Partido Comunista

El ojo que todo lo vigila

  • Fidel Castro insiste en participar en la vida política cubana pese a que lleva casi dos años de convalecencia, aunque ahora lo hace a través de internet

Fidel Castro ha demostrado una vez más que, pese a que su convalecencia está a punto de cumplir dos años sin fecha de caducidad y que sus reapariciones son cada vez más puntuales, sigue la actualidad dentro y fuera de la isla con la máxima atención.

Y, sobre todo, que a pesar de su alejamiento del poder nominal, no está dispuesto a ceder un ápice en sus planteamientos ni a dejar pasar una sola cosa o comentario, venga de donde venga. Aunque esta "lucha" esté siendo ajena a muchos cubanos.

Después de que los rumores sobre su salud volvieran a arreciar tras cinco meses sin que se mostrara imagen actualizada alguna del ex presidente, en una semana el líder tradicional cubano ha dado pruebas gráficas de que sigue "vivo" y, más que nada, dispuesto a seguir defendiendo sus principios contra viento y marea.

Siete días en los que se pudo ver en televisión a un desmejorado pero aun así animado líder cubano, de 81 años, en un video junto a su aliado venezolano Hugo Chávez, y en que salió a la venta el prólogo firmado por él de un libro en el que arremete contra la médico disidente Hilda Molina, la blogger Yoani Sánchez y hasta contra el cantante brasileño Caetano Veloso.

Además, escribió tres artículos seguidos en internet en los que criticó a la Unión Europea y se lanzó a rebatir especulaciones sobre supuestas divisiones dentro de la cúpula del Gobierno, en un rápido toma y daca con los medios extranjeros.

La noche del viernes sorprendía al manifestar en una "reflexión" publicada en exclusiva en la web oficial Cubadebate su "desprecio" por la "enorme hipocresía" que a su juicio demostró la Unión Europea al levantar las sanciones contra Cuba.

La noticia fue recogida por todos los medios acreditados en la isla -y los que no lo están también- muchos de los cuales destacaron el hecho de que la furibunda respuesta de Castro se había adelantado a una réplica oficial del Gobierno encabezado por su hermano Raúl, cuyo canciller, Felipe Pérez Roque, había declarado que la isla se tomaría un tiempo de reflexión para contestar a la decisión europea.

Analistas coincidieron en que este proceder apuntaba a algo que ya habían dicho sentir en los últimos tiempos: la existencia de dos líneas en la cúpula del poder cubano, una "reformista" de la mano de Raúl Castro y los cambios que ha ido introduciendo en la isla, y otra "ortodoxa" encabezada por un Fidel reacio a cualquier reforma.

La respuesta de Castro no se hizo esperar: menos de 24 horas más tarde, volvía a lanzar una nueva "reflexión" en la que negaba haber lanzado una "diatriba" contra la UE y, con más contundencia aún, rechazaba cualquier división interna en la cúpula comunista cubana.

"No soy ni seré nunca jefe de fracción o grupo. No puede deducirse, por tanto, que haya pugnas dentro del Partido", subrayó.

"Escribo porque sigo luchando, y lo hago en nombre de las convicciones que defendí toda mi vida", agregó, convirtiéndose en el primero de la cúpula cubana que habla abiertamente de los rumores de división internos.

Un día más tarde insistía en sus argumentos quejándose en otro artículo de que "ninguna de mis amigas, las agencias cablegráficas de información", recogiera una parte de los argumentos expresados por él y se hubieran centrado en otros aspectos de su anterior "reflexión".

Lo sorprendente de este tira y afloja con la prensa extranjera es que apenas ha traslucido en la propia Cuba, ya que las últimas "reflexiones" sólo han sido publicadas en internet, un medio al que muy pocos cubanos tienen acceso.

"¿Que ha escrito otra vez? ¿Tres veces? ¿En internet? No tiene lógica, ¿no?", se preguntaba Juan, un joven del extrarradio de La Habana y sin acceso a la red, al enterarse de que el ex presidente cubano había escrito durante tres días seguidos.

Algo que sin embargo no sorprendió tanto a otros. "De todos modos, muchas veces no entendemos a qué se refiere Fidel en sus reflexiones, porque son respuestas a temas internacionales de los que la prensa cubana no nos aporta información", señalaba a la agencia dpa otro joven que no quiso identificarse.

Para el disidente moderado Manuel Cuesta Morúa, este modo de actuar tiene sin embargo una explicación: se trata de un "mensaje hacia afuera y no hacia adentro para no despertar gran cantidad de opiniones internas".

"Es un intento de calmar las especulaciones o debates en el exterior sobre que en el Partido Comunista hay evidentemente tendencias, un debate que va ganando intensidad en muchos países", explicó.

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