El Ayuntamiento de Jerez que preside la popular María José García-Pelayo explicará hoy los pormenores del primer plan de ajuste del Consistorio y, entre el grueso de medidas, destaca la reducción progresiva y gradual de los complementos de productividad y gratificaciones de los empleados municipales que perciban salarios a partir de los 40.000 euros brutos anuales. El objetivo del gobierno local del PP es ahorrar en torno a un millón y medio de euros sólo con este recorte, que afectará a unos 400 empleados públicos los cuales, en muchos casos, ingresan estas cantidades de forma totalmente arbitraria, como han venido denunciando los sindicatos.

La magnitud del tijeretazo salarial dependerá del volumen de la retribución del trabajador, moviéndose en una horquilla de un 3 a un 30%. No está de más recordar que en un Ayuntamiento sumido en la más absoluta bancarrota hay sueldos de altos cargos que superan los 100.000 euros.

El Ejecutivo de Pelayo trabaja ya en los pormenores legales que garanticen la viabilidad de las rebajas salariales, pues como es sabido, en la anterior etapa del PSOE ya se intentó sin éxito tocar los que la por aquel entonces alcaldesa, Pilar Sánchez, tildó de "súpersueldos" de altos mandos del Ayuntamiento. Precisamente, la reducción de puestos directivos y altos cargos será otra de las grandes batallas que libre el gobierno local del PP.

Fuentes sindicales han informado que de llevarse a cabo rebajas salariales, éstas sólo podrán afectar a conceptos susceptibles de ser modificados, como productividades y gratificaciones. Sin embargo, el salario base, complementos específicos y otros pluses recogidos en convenio son intocables.

En el último Plan de Viabilidad del Ayuntamiento que encargó el anterior gobierno socialista a finales de 2009, se aseguraba que sólo en pagos de productividades las arcas municipales destinaban unos 4 millones de euros al año.