El picudo rojo regresa a Algeciras y amenaza a la palmera imperial del Paseo Marítimo
Naturaleza
Una palmera canaria junto a este ejemplar ya se ha visto afectada por esta especie invasora de gorgojo
Nuevo tratamiento contra el picudo rojo para las palmeras de Algeciras
Una palmera imperial en Algeciras
El picudo rojo, especie de escarabajo cuyas larvas se desarrollan en el interior de las palmeras, comprometiendo la vida de estas, ha vuelto a Algeciras. Desde hace unas semanas una palmera canaria que se encuentra junto a la palmera imperial del Paseo Marítimo ya se ha visto afectada por este gorgojo y desde hace semanas aparenta estar totalmente seca.
El problema del picudo rojo es que si no se eliminan correctamente los ejemplares afectados, este puede afectar a otras palmeras cercanas, aunque en la actualidad existen tratamientos para eliminar las larvas del interior de los ejemplares afectados que no afectan a otras especies. El picudo rojo ya acabó con las palmeras de la Plaza Alta en 2010.
La palmera imperial es muy apreciada en lugares como Elche, donde recibió este nombre en honor a la Emperatriz Sissí, que en otoño de 1894 visitó la ciudad de las palmeras y quedó asombrada de la belleza de este ejemplar.
Ciclo del picudo rojo
El picudo rojo pone huevos en el interior de las palmeras. Después de alcanzar el estado final, la larva se envuelve en un capullo que se construye con fibras de la propia palmera, donde se convierte en pupa para completar su reorganización física y pasar a ser, tras el proceso de metamorfosis, un insecto adulto. Este proceso puede tardar de menos de una semana a varias semanas, dependiendo de las condiciones medioambientales.
Una vez que el insecto es adulto se desplaza caminando y volando, y es capaz de alcanzar largas distancias. Sin embargo permanece en la palmera inicialmente atacada si todavía dispone de material vegetal para su alimentación. En caso contrario, y atraídos por los olores que desprenden las palmeras con heridas, colonizan ejemplares no infestados. De esta manera comienza un nuevo ciclo biológico, se producirán más fecundaciones, otras ovoposiciones, eclosiones... que provocan que la plaga de transmita fácilmente.
Esta plaga llegó a España a través de Almuñécar a mediados de la década de los 90.
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