Guardias civiles y agentes de Aduanas acorralan a Pedro Maza con pruebas que vinculan el naufragio del Rúa Mar con un alijo de hachís
El armador está acusado de no hacer nada por salvar a los seis tripulantes que murieron en el hundimiento del palangrero
Fotos de la cuarta sesión del juicio del Rúa Mar en Algeciras
Los testimonios de guardias civiles y agentes del Servicio de Aduanas han estrechado este lunes el cerco sobre Pedro Samuel Maza, el armador acusado del hundimiento del palangrero Rúa Mar. Durante la cuarta sesión del juicio, celebrado en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Algeciras, los distintos testigos ratificaron sus declaraciones y subrayaron situaciones comprometedoras para el principal acusado.
Las declaraciones se centraron en cinco puntos clave: las diligencias por desaparición, la localización de fardos de hachís vinculados al hundimiento, los efectos personales hallados en el Estrecho, la radiobaliza encontrada en aguas próximas a Marruecos y la identificación de los cadáveres de Antonio Javier Maza —patrón del palangrero y tío del armador— y Óscar Maquera, otro de los seis tripulantes fallecidos.
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Los fardos de hachís que señalan al Rúa Mar
El primer agente de la Benemérita en declarar estuvo involucrado en la identificación de los marineros fallecidos y en otras diligencias relacionadas. Confirmó la aparición de dos fardos de hachís en las costas de Barbate en fechas próximas a la desaparición del Rúa Mar. Este hallazgo, unido a la aparición de la radiobaliza del pesquero, les llevó a relacionar la mercancía ilícita con las extrañas circunstancias que rodeaban al barco.
La defensa intentó desmontar estos argumentos alegando falta de indagación sobre el posible origen de los fardos. "¿Se realizó un estudio de corrientes?", preguntó uno de los abogados. El compareciente contestó que no, pero explicó que sí disponen de un sistema donde cruzan datos e información, instrumento que sí se utilizó en las pesquisas del Rúa Mar.
"No me comunicó el tema de la avería"
El segundo agente en comparecer participó en las diligencias por desaparición cuando el barco ya se había hundido. Fue este quien se puso en contacto con Pedro Samuel Maza, que le proporcionó el nombre de todos los tripulantes y la hoja de ruta del navío. "No me comunicó el tema de la avería", detalló en alusión a la rotura del embrague que dejó ingobernable la nave y precipitó su naufragio, tras destacar que desde Madrid le avisaban de que la baliza se apagaba.
El testigo recordó que Salvamento Marítimo llamó "hasta en tres ocasiones" a teléfonos vinculados a la baliza del Rúa Mar "sin obtener respuesta". Fue Salvamento Marítimo quien comunicó a la Guardia Civil el hallazgo de efectos que podían pertenecer al palangrero: cajas de pescado, utensilios de pesca y la baliza del barco. "No cabía duda de que el barco se había hundido", expresó el agente.
Un día antes, Maza ya había sido señalado por otros agentes de "no hacer nada" para salvar a los seis tripulantes del pesquero que murieron en el naufragio. Según las autoridades, había un importante alijo de hachís en la bodega que pudo contribuir al rápido hundimiento del palangrero.
El misterio de los chats de WhatsApp
Los siguientes guardias civiles en comparecer durante la cuarta sesión ratificaron sus testimonios sin desarrollar grandes detalles sobre el hallazgo de los fardos. La defensa insistió en desvincular los bultos del naufragio: "¿En qué estado se encontraron los fardos?", preguntaron. El compareciente no lo recordaba con exactitud, pero supuso que estaban "en buen estado".
Otros agentes declararon sobre los testimonios de los familiares, especialmente los de las esposas de los tripulantes del barco naufragado. Las mujeres intentaron "sin éxito" comunicarse "constantemente" con sus maridos. Posteriormente, tras remitir dichas diligencias a Cádiz, el entorno de los tripulantes desaparecidos volvió a declarar por la actividad de los números de teléfono en los grupos de WhatsApp.
Algunos familiares advirtieron que los integrantes del Rúa Mar se estaban saliendo de chats grupales de la aplicación. Sin embargo, WhatsApp aclaró que la empresa sigue un protocolo para proceder a la desactivación de cuentas tras 120 días sin actividad, hecho que coincidía con las fechas en las que se produjeron los hechos de la desaparición y abandono de chats, en el mes de mayo.
La pista de "El Bulería"
El último de los testigos fue el único que al declarar añadió dudas sobre la procedencia de la droga incautada cerca de Barbate. Pese a la fecha próxima del hallazgo —el 26 de enero de 2020, solo seis días después de la pérdida total de señal del Rúa Mar—, otras investigaciones apuntan a la posibilidad de que la carga perteneciera a otra embarcación no relacionada con el Rúa Mar ni con Pedro Samuel Maza.
Se trata del barco El Gallo, vinculado a otro presunto narcotraficante del área de la bahía de Cádiz conocida como El Bulería. Los tripulantes de este barco tiraron efectos personales por la borda, que luego recuperó Salvamento Marítimo. Entre ellos se hallaba la ropa mojada de los tripulantes y un GPS. El agente confirmó en la sala, justo antes de finalizar, que además habían identificado un vehículo y su conductor como partincipantes de esta posible trama de narcotráfico. El juicio se retomará mañana, 30 de septiembre, con el testimonio de las viudas y otros perjudicados.
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