El Juzgado de Menores de Algeciras ha condenado por homicidio doloso a ocho años de internamiento en régimen cerrado a M.Y.A., el joven acusado de matar el 3 de octubre de 2022, cuando entonces todavía era menor de edad, a Jesús Maya Márquez, de 19 años, de dos puñaladas en la barriada de La Piñera, en Algeciras.

Según la sentencia, fechada el pasado 18 de octubre y a la que ha tenido acceso Europa Sur, la condena incluye que M.Y.A. sea sometido a un tratamiento de salud mental y al control de sustancias adictivas, además de permanecer cinco años de libertad vigilada una vez concluya su reclusión.

Los psicólogos indican que el acusado no muestra arrepentimiento, presenta "numerosos factores de riesgo, como dificultad en el control de los impulsos y en el seguimiento de normas, y escasa tolerancia a la frustración"

La magistrada declara a M.Y.A., que tenía 16 años en el momento de cometer los hechos -nació el 13 de octubre de 2005-, como "responsable de un delito de homicidio doloso del cual sería responsable criminalmente en el caso de que en el momento de su comisión hubiere sido mayor de edad penal".

La condena incluye una indemnización, en concepto de responsabilidad civil, cuya cantidad la familia de Jesús Maya ha preferido no revelar, aunque en el escrito de acusación la Fiscalía de Menores solicitaba una compensación económica de 150.000 euros que sería abonada por los padres del acusado, I.A.A. y F.A, “de forma directa y solidaria” a los padres del fallecido.

M.Y.A., el acusado de matar a Jesús Maya.

Recurso de apelación

El juicio se celebró el pasado 9 de octubre en el Juzgado de Menores de Algeciras entre fuertes medidas de seguridad. Durante la sesión, M.Y.A. y su letrado se mostraron disconformes con el escrito de acusación de la Fiscalía, aduciendo que concurría la eximente de legítima defensa. Por ello, han presentado un recurso de apelación que ahora deberá resolver la Audiencia Provincial. 

La versión del presunto asesino fue que, en el transcurso de una pelea con el fallecido, este sacó una navaja e intentó clavársela. La sentencia indica, no obstante, que "respecto a la navaja, nadie salvo el menor la vio", ni la única testigo presencial ni ninguno de los policías que llegaron después.

"Si bien es cierto que los policías que vieron al menor tras su detención manifestaron que tenía una herida en la mano, no lo es menos que ninguno manifestó que el menor les dijera que era consecuencia de la pelea que acababa de producirse", se expone en los hechos probados de la sentencia, la cual añade que "es más verosímil que la herida se la produjera el propio menor al sacar la navaja y abrirla o al clavarla, rozando su propio dedo".

El condenado cuenta con antecedentes por un delito de lesiones y amenazas, por robo con fuerza y contra la seguridad vial

"Queda acreditado porque así lo han manifestado los testigos y el propio menor que entre él, Jesús y un cuñado de este, existía un conflicto previo con denuncias cruzadas, dando ello un motivo al menor para querer lastimar al fallecido y a su familia", concluye la magistrada, quien también cita el informe forense sobre la trayectoria de la agresión, "siendo imposible que la misma fuera causada de frente", sino desde un ataque lateral derecho o posterior lateral derecho. 

"Así las cosas, esto contradice totalmente la versión del menor el cual manifiesta que se estaban peleando, dándose puñetazos y, por lo tanto, de frente, y de repente, al sacarle la navaja y tratar de darle en la cara, saca la suya y se defiende", expone la sentencia. "En conclusión, al no quedar acreditado ni que Jesús [Maya] portara una navaja, ni que trató de agredir al menor con ella, no concurren los elementos necesarios para estimar la legítima defensa, eso es agresión ilegítima, ni necesidad de defensa, ni siquiera como eximente incompleta", concluyen los hechos probados.

La defensa de M.Y.A., en el recurso de apelación contra la sentencia del 18 de octubre, solicita la aplicación de la "eximente completa de responsabilidad por actuar en defensa propia" o, alternativamente, "que sea condenado a la medida de cuatro años de internamiento en régimen cerrado con tratamiento de salud mental", en vez de los ocho años a los que el Juzgado de Menores le condena, la pena máxima recogida por la ley.

Jesús Maya Márquez, que murió apuñalado en La Piñera en octubre de 2022.

Numerosos antecedentes

La sentencia enumera también los "numerosos antecedentes" de M.Y.A., como un delito de lesiones por el que fue internado en el Centro de Internamiento de Menores Infractores (CIMI) de La Marchenilla, donde presentó "actitudes y comportamientos muy inadaptados", por otro delito de lesiones y amenazas, por un delito de robo con fuerza y, finalmente, por un delito contra la seguridad vial.

Los informes del equipo técnico exponen que, en el aspecto personal, M.Y.A., que ya es mayor de edad y que no ha mostrado arrepentimiento, presenta "numerosos factores de riesgo, como dificultad en el control de los impulsos y en el seguimiento de normas, y escasa tolerancia a la frustración". Estos mismos documentos añaden que, en el aspecto familiar, M.Y.A., quien vivía en un piso de La Piñera ocupado de forma irregular, tiene "antecedentes de maltratos por el progenitor", que actualmente cumple pena de prisión. 

Según este escrito, el acusado presenta consumo de tabaco, cannabis y alcohol. "A todo ello hay que añadir que, tras la citación para la celebración de la presente causa en el mes de julio, el menor no compareció, dictándose auto de búsqueda y captura y siendo hallado el 5 de agosto". Desde entonces, cumple con una medida cautelar de internamiento a la que ya suma "varios expedientes sancionadores".

"Indignados y defraudados"

Tras el juicio del pasado 9 de octubre, M.Y.A. fue trasladado al CIMI Sierra Morena, en Córdoba, según han informado a este periódico los allegados del fallecido Jesús Maya. Según la familia, el presunto asesino quedará de nuevo en libertad este sábado, 4 de noviembre, tras ser detenido el pasado 5 de agosto en Ceuta. 

Los Maya se sienten "indignados y defraudados con la Justicia". Reclaman un cambio en la ley del Menor para que los "responsables de delitos graves como asesinatos y violaciones cumplan penas mayores". "La ley actual está hecha para defender al delincuente y perjudicar a la víctima y su gente", declara un portavoz de la familia consultado por Europa Sur.