El mundo de ayer
Rafael Castaño
Una línea en la pared
Las clases dieron comienzo ayer en el Centro de Educación Especial Virgen de la Esperanza, en Algeciras, aunque no con las mejoras que había previstas. La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio alertó que las medidas de seguridad que se habían solicitado no se cumplen aún.
No obstante, todos los alumnos entraron en las clases pero el disfrute del centro aún se verá coartado por la inseguridad que presentan algunas zonas. Los padres pidieron el viernes una serie de medidas, como requisitos prioritarios a cumplir, antes de que arrancara el curso. Estas peticiones no fueron acometidas, lo que provocó el descontento del colectivo. En este sentido, se han visto obligados a llevar un exhaustivo control de las obras para comprobar, día a día, si los estudiantes estarán en unas condiciones óptimas. Si estas mejoras no se dan los padres podrían dar marcha atrás a su buena voluntad de iniciar el curso y no llevar a sus hijos al Virgen de la Esperanza.
Desde el AMPA explicaron que, entre las solicitudes, estaba que levantaron un vallado para evitar que los estudiantes puedan caer en una zona de pendiente, ya que aunque hay niños en sillas de ruedas también hay otros que son muy activos. Asimismo, no contarán aún con la correspondiente zona de recreo por las obras y, además, esperan que el firme de las zonas de ocio sea acorchado para evitar lesiones por caídas.
Por otro lado, los padres lamentaron que parece que en el proyecto no se ha pensado que se trata de alumnos con minusvalías, pese a lo novedoso de las instalaciones creadas. Los alumnos mayores tampoco disponen aún de su aula de taller.
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