Así funciona la app de incidencias en Algeciras: cuatro meses para poner tres conos donde una mujer casi se cae

A mediados de enero, con los restos de roscón todavía endurecidos en las bandejas, una mujer estuvo a punto de abrirse la cabeza en la plaza del mercado Ingeniero Torroja, en Algeciras. Tropezó con unas losetas sueltas que llevan años disimulando ser acera. El golpe habría sido serio si no llega a ser por un tendero que la atrapó en el aire.

Pocos días después, tomé una decisión osada: probar la aplicación Gecor, esa herramienta digital que el Consistorio algecireño lleva anunciando con entusiasmo casi robótico. Según la propaganda institucional, Gecor es la llave del paraíso urbano: una app que permite comunicar al Ayuntamiento cualquier desperfecto con exactitud quirúrgica, añadir fotos, seguir el estado de la incidencia en tiempo real y, lo más importante, creerse escuchado.

Así lo hice. Era el 19 de enero. Hice tres fotos de las losas. Escribí un texto claro, conciso, razonable, como un telegrama: “Hay muchas losetas sueltas y hundidas en la plaza del mercado Ingeniero Torroja, frente a la Puerta del Mar. Cada vez más. Es una zona muy transitada y ya hay varias personas que han tropezado. Puede producirse un accidente”. Envié. La pantalla me dijo: “Su aviso se está gestionando”. Sentí algo parecido a la esperanza.

Un mes más tarde, en febrero, llegó el siguiente hito: la incidencia había pasado a la Delegación de Vías y Obras. La aplicación añadía, como quien deja una nota en la nevera: “Esperando revisión del Ayuntamiento”. Desde entonces, el silencio.

Bueno, no exactamente. Este mes de mayo, cuatro meses después, han colocado tres conos naranjas en la zona. Tres. Naranjas. Para advertir del peligro que sigue ahí, multiplicado por el tiempo. Ninguna loseta reparada. Ninguna losa devuelta a su sitio. Los fondos europeos, que cofinanciaron esta maravilla digital con casi 50.000 euros, han servido para esto: una app que informa de lo que ya sabíamos y tres conos que dicen lo que todo el mundo puede ver con los ojos cerrados.

Pero la historia no acaba aquí. En un giro irónico, este martes, 27 de mayo, el alcalde José Ignacio Landaluce ha publicado en sus redes sociales lo siguiente: “Descarga ya la aplicación Gecor, a través de la cual los ciudadanos pueden comunicar al Ayuntamiento de Algeciras cualquier incidencia (...). Muchas de ellas ya solucionadas, y algunas en vías de solución”.

Y tanto.

Hay una forma de cinismo que no insulta, sino que sonríe. Que no niega los hechos, sino que los ordena para que parezcan otra cosa. Se llama gestión pública.

Decía aquel banderillero que lo de su matador fue un “to pa na”, después de irse a porta gayola a La Maestranza y resultar cogido. Pues eso. Pero digitalizado. Y con geolocalización.