El Saladillo se ingenia sus propias papeleras
social
La asociación intercultural del barrio diseña una y la coloca en la calle Antonio Machado
El colectivo calcula que faltan medio centenar desde hace años
Los vecinos de El Saladillo se propusieron cambiar la barriada y lo están logrando. Detrás de esta nueva imagen trabajada está desde hace unos tres años la Asociación Intercultural El Saladillo. Su último gesto, tan sencillo y original ha sido construir una papelera de basura a base de palés y clavos. El presidente del colectivo, Dris Mohamed Amar, calcula que faltan en torno a medio centenar de papeleras en la barriada, ya no por culpa del vandalismo, sino de la propia no reposición. En concreto apuntan que son 52 de las que sólo queda el rastro de su estructura.
El esfuerzo de esta asociación por mejorar la imagen también está calando entre los vecinos y los gestos incívicos se van disipando siendo menos frecuentes. Los protagonistas de esta buena voluntad, dirigida desde la asociación, son los jóvenes que realizan trabajos para la comunidad en la barriada, que son derivados desde el Centro de Inserción Social (CIS) Manuel Montesinos.
La falta tan preocupante de puntos para arrojar basura les hizo idear una propia. Con palés, algo de pintura y clavos se fabricó una que colocaron en una farola de la calle Antonio Machado. Se distingue perfectamente porque es multicolor, como un parchís. Esta es la primera de muchas más que pretenden fabricar.
El presidente del colectivo apuntó que la papelera se ha colocado en un punto en el que habitualmente se tomaba el autobús, pero ante el cambio de la línea, se ha quedado un poco aislada al paso frecuente de vecinos. La bolsa de basura la está recogiendo el colectivo por ahora.
Y además de las aceras libres de maleza y alcorques mejorados, entre otros múltiples trabajos realizados por la asociación, una de las últimas intervenciones fue rehabilitar una zona verde junto al antiguo colegio Almanzor, que precisamente estaba muy perjudicada porque los vecinos la llenaban de escombros e incluso arrojaban cadáveres de animales. Ahora están vigilantes y pretenden enfocar también una zona verde abandonada como posible parque canino.
La asociación ha encontrado el apoyo no sólo de los vecinos sino del propio colectivo Verde y Blanca del barrio, tal y como explica Dris Mohamed. De hecho muchas de las plantas que colocan en terrenos que antes estaban abandonados las donan los vecinos. Por ahora no disponen de local, tiene un pequeño espacio cedido donde guardan los materiales, pero la intención es ir creciendo siempre para mejorar El Saladillo.
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