La fuerza de Chambao, en el castillo gaditano
La fortaleza de San Sebastián se rindió ante la potencia de La Mari en el Concierto para La Libertad
El Castillo de San Sebastián fue infranqueable para muchos, incluso para gran parte de los gaditanos, hasta que hace una semana se abrió para los Conciertos para la Libertad. El sábado por la noche, no obstante, esta fortaleza se rindió ante la fuerza de La Mari en el escenario. Chambao puso un broche de oro extraordinario a los Conciertos para la Libertad.
La cita comenzaba a las once y cuarto de la noche con 6 músicos haciendo coros, mientras Lamari entra y alza su voz en los acordes iniciales de 'Destellos'. En esta primera canción La Mari olvidó la letra, pero incluso así se ganó al público desde el principio: "Que me entra una alegría muy grande y por eso se me olvida la letra".
Fue el único espectáculo, de los tres que han inaugurado este auditorio, que vendió todas las entradas, La Mari lo sabía y dedicó una de las canciones a los que se habían quedado fuera, y prometió volver.
Durante todo el concierto Chambao alternó lo mejor de su anterior discografía con el actual 'Con otro aire'. Cantó 'Duendes del Sur', las alegrías 'Caprichos de colores' y 'Despierta' de estos nuevos aires, pero el público se entregaba con más devoción a los éxitos anteriores, como 'Poquito a poco' y un popurrí a las playas de Barbate y a los muchachos de mi barrio. La Mari enamora y convence porque canta historias de lo cotidiano. Ella canta de lo que sabe, y nos ofrece su potencia y optimismo.
Es cercana, y más cercana aún en la segunda parte del concierto, cuando se sentó sobre unos puffs gigantes rojizos. Como si en el salón de su casa estuviera con los pies descalzos encima del sofá, regaló al auditorio versiones de Camarón como el 'Volando voy', bulerías.
Y tras casi dos horas y media de espectáculo, todo se fueron satisfechos, completos y plenos: Chambao y su público.
No hay comentarios