Carlos Herrera saborea el Campo de Gibraltar: sus cuatro paradas gastronómicas para apuntar en la agenda

Carlos Herrera ha vuelto a dejarse ver por el sur del sur. Aprovechando su asistencia a la Feria de La Línea y su pasión por los toros, el reconocido periodista y locutor ha recorrido varios rincones del Campo de Gibraltar y, como es habitual en él, no ha dejado pasar la oportunidad de disfrutar de la buena mesa. En esta nueva visita, ha sumado dos restaurantes a su lista de imprescindibles.

En La Línea, el comunicador ha hecho doble parada. La primera, en el Bar Finlandia, donde se reencontró con su juventud a través de sabores conocidos como la “langosta falsa”, uno de los platos más icónicos del establecimiento. Herrera rememoró sus visitas de hace décadas al local, en una ciudad con la que mantiene un fuerte vínculo emocional.

La segunda visita linense fue más breve, pero igualmente significativa: un café en el Okay, punto de encuentro local en plena calle Real, antes de dirigirse a la plaza de toros El Arenal. Un ritual sencillo que encaja perfectamente con el ritmo y la esencia de las ferias andaluzas.

La siguiente publicación en Instagram de Herrera también traía aires campogibraltareños con su parada en El Guadarnés, en San Roque. El restaurante, dirigido por Luis Miguel Laza, es un clásico entre los locales de cocina cuidada y ambiente familiar. Allí, el locutor degustó el que él mismo calificó como “el plato del verano”: un carabinero con huevo y papas que, según su opinión, se encuentra entre lo mejor que ha probado en mucho tiempo. El Guadarnés, con su mezcla de tradición y creatividad, sigue consolidándose como uno de los templos gastronómicos de la comarca.

No olvidamos que el pasado diciembre el locutor visitó Algeciras y disfrutó de toda una experiencia culinaria en nuestra comarca: La Esquina, en la barriada de El Rinconcillo. Este restaurante especializado en pescado fresco y marisco es ampliamente recomendado por el periodista. Allí disfrutó de quisquillas, calamarcitos y boquerones fritos, fiel reflejo del sabor auténtico del litoral campogibraltareño. El compromiso del establecimiento con la frescura es tal que no cuentan con congelador ni carta fija: cada plato se adapta a lo que llega del mar cada mañana.

Con cada visita, Carlos Herrera no solo deja constancia de su cariño por el Campo de Gibraltar, sino que también ofrece una pequeña guía de lugares donde comer bien y disfrutar del carácter gastronómico de una comarca que combina sabor, tradición y alma andaluza.