Los Rebujitos conquistan a unas 3.000 personas en el coso tarifeño

Dice el dicho popular que "nadie es profeta en su tierra" pero ahí están Los Rebujitos para cargarse el dicho y demostrar que al margen de ser un grupo ya consolidado en el panorama musical, mantiene la humildad de pueblerinos, con todo el orgullo de serlo y que se entregan al cien por cien a Tarifa. "Todo para el pueblo, pero con el pueblo". Permítanme la licencia de cambiar aquella máxima que definía el Despotismo Ilustrado, para definir en un colectivismo sin igual, el vivido en la Plaza de Toros de Tarifa en la noche del pasado martes, donde unas tres mil personas rindieron pleitesía a esos dos jóvenes que hacen escasos cuatro años irrumpieron en el panorama musical nacional, pero sobre todo en el andaluz, después de ser uno de los ganadores del concurso de Canal Sur Televisión.

De ahí hasta levantar el telón de la noche tarifeña el pasado martes, ha pasado una baja del grupo, y tres discos editados que les han catapultado hasta la fama a pesar de que gozan del anonimato en el pueblo que les vio nacer y que en la noche del concierto les demostró todo su cariño.

Pero el concierto de Los Rebujitos, sirvió además para redescubrir a todo un personaje. Una estrella en busca de galaxia. Sergio Pérez Cruz, El Pelota, un auténtico pelotazo. Es más, nos consta que fueron muchas de las tres mil personas que llenaban el centenario coso taurino quienes fueron hasta la plaza para ver, y oír a los Malamanera, cuyo frontline es sin duda alguna El Pelota. Una banda que suena muy bien, gracias a sus tablas en el mundo de la música, y que ha encontrado en su vocalista a todo un showman como así lo demostró en la noche del martes. Malamanera es quizás el grupo local que tiene más proyección musical tanto en el municipio como en toda la comarca destacando, como no, a Mokelembembe, de los que algunos de sus integrantes pertenecen a Malamanera.

El Pelota y compañía calentaron al público que rompió en ovación para recibir a Yerai y a Manolo que abrieron el concierto con A dos amigos. Casi durante dos horas, Los Rebujitos pasearon su palmito por el escenario ante los gritos de numerosas adolescentes y repasaron todos los temas de su último trabajo discográfico. Un concierto en el que cortaron oreja y rabo.