CONSUMO

Diez medidas que se adoptan en los supermercados para evitar los robos

Aceites de oliva en un supermercado

Aceites de oliva en un supermercado

La crisis y al auge de los precios de determinados productos en los supermercados han hecho aumentar los casos de robos en dichos establecimientos. En Estados Unidos, las autoridades han pedido a los compradores que estén alerta cuando vayan de compras y en nuestro país los robos son mucho más comunes de lo que nos imaginamos. Es por ello que se emplean diferentes técnicas para intentar persuadir a los ladrones o detenerles rápidamente en el caso de que intenten delinquir. Estas son diez medidas que se adopta en los supermercados para evitar los robos. 

1. Vigilantes de seguridad

La primera figura de persuasión para evitar los robos es el vigilante de seguridad, que suele estar alerta de las personas que parecen sospechosas o que muestren una actitud extraña al entrar o moverse por el supermercado.

2. Sistema de alarma

Además del vigilante de seguridad, también suelen haber instalados sistemas de alarma para salten cuando alguien intenta salir del supermercado con un producto que no ha pasado por caja.

3. Espejos 'vigilantes'

Para vigilar los movimientos de los compradores sospechosos también se suelen colocar espejos en una ubicación estratégica que ayuden a vigilar posiciones ciegas en el interior del establecimiento.

4. Cámaras de seguridad

Camara de seguridad en el techo de una gran superficie Camara de seguridad en el techo de una gran superficie

Camara de seguridad en el techo de una gran superficie / PIXABAY

El sistema de vigilancia de los supermercados dispone habitualmente de cámaras de seguridad, un elemento clave para disuadir a los ladrones cuando perciben su presencia, aunque en ocasiones pueden que no estén conectadas y sean únicamente a modo intimidatorio.

5. Espacios iluminados

La luz también juega en contra de los ladrones. A la hora de preparar las calles y las estanterías del supermercado siempre suelen dotarla de una buena iluminación. Así controlarán mejor los movimientos de los clientes.

6. Expositores cerrados con llave

Esto es algo que ocurre siempre con los productos más caros que hay en una tienda, algo menos en los supermercados. En lugar de estar al alcance de la mano de todo el mundo se colocan en un expositor independiente y cerrado con llave para que todo aquel que quiera llevárselo tenga que pedir acceso al mismo. 

7. Alarmas adhesivas en los productos

Si no quiere mostrarse una medida tan defensiva, una solución intermedia es la de colocar alarmas adhesivas en los productos más propensos para ser robados. En caso de que querer salir del supermercado con la alarma puesta avisará a los vigilantes de seguridad.

8. Etiquetas controladas

Y que nadie piense que todo estará solucionado si se consigue quitar la alarma adhesiva porque los sistemas más avanzados prevén un detector de movimiento que avisa cuando alguien intenta manipular las etiquetas de los objetos.

9. Sistemas de comunicación interna

Operarios con un walkie-talkie para comunicarse Operarios con un walkie-talkie para comunicarse

Operarios con un walkie-talkie para comunicarse / PIXABAY

En esta labor de cazar a los ladrones, estar conectados es sumamente importante y por ello en ocasiones los diferentes trabajadores del supermercado cuentan con sistemas de comunicación interna, como walkie talkies, para informar de cualquier tipo de actividad sospechosa y poder emplear entre ellos un código particular que únicamente ellos manejan.

10. Detectores de metales

El último recurso que tienen antes si los establecimientos comerciales es el detector de metales, aunque en ocasiones juegan una mala pasada porque dan múltiples avisos en falso por prendas o productos realmente adquiridos de forma correcta por los consumidores.

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