Tradición e historia se dan la mano en San Roque en el Jueves Santo, uno de los días más esperados de la Semana Santa en el casco, con la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores y su Santo Encuentro, una de las más antiguas de la ciudad con más de 300 años de historia. Cientos de personas se congregaron en la Capilla de Nuestra Señora de la Visitación para la salida primero de la Dolorosa y minutos después del Nazareno.

A la hora prevista, las 18:45 horas abría sus puertas la capilla para la aparición de la Cruz de Guía y los penitentes y la espera Virgen de los Dolores. Siempre bella esta imagen que mira al cielo en actitud suplicante, adornada con flores blancas y rosas.

Poco a poco y tras la maniobra de sus cargadores - todos vestidos de nazareno-, la imagen acompañada por la Agrupación musical Ecce-Mater de Cádiz, enfiló su Estación de Penitencia por la calle Málaga, abarratoda de gente.

Quince minutos más tarde, lo hacía su hijo. Con su clásica túnica de terciopelo morada, con bordados de oro, esta talla de autor desconocido es todo un clamor entre sus muchos fieles. Tras él, discurren un mar de promesas.

Como siempre, en silencio discurrió por las calles repletas del casco, en un recorrido distinto al de su madre.

Poco antes de las 21:00 horas se produjo el momento más emotivo en la Plaza de Andalucía donde se encontraron las dos imágenes, momento muy esperado tras no poder realizarse en los dos últimos años por las lluvias. La Virgen llegó minutos antes que a su hijo que recorría la calle San Felipe ante la expectación de cientos de personas cuando ya caía la noche. Tras un minutos en los que los costaleros de ambas imágenes mecieron los tronos a la par, ambos continuaron su recorrido por las calles del casco para llegar a la parroquia pasadas las 23:00 horas.