El soft hiking es una actividad que combina elementos del senderismo tradicional con un enfoque más relajado y menos exigente. En lugar de seguir rutas muy técnicas o difíciles, el soft hiking se centra en caminatas suaves y placenteras por senderos más fáciles de recorrer ya que lo principal es disfrutar de la naturaleza y del entorno, así como el ejercicio físico moderado, en lugar de buscar otros que te lleven al extremo. Esta modalidad de senderismo suele ser ideal para personas que desean estar al aire libre y disfrutar de la naturaleza sin necesidad de un esfuerzo físico intenso.

Igual llevas años practicándolo porque es el senderismo "de siempre" combinado con ejercicios ligeros en plena naturaleza, pero es ahora cuando está adquiriendo popularidad, sobre todo en redes sociales.

Tal vez el ritmo frenético y trepidante del día a día tiene un impacto negativo a través del cual el cuerpo reacciona y te dice que pares. Es ese momento en el que además de hacer un senderismo, empiezas a mirar detenidamente y a ser consciente de todo lo que te rodea a cada paso. 

El resultado está en el objetivo 

El objetivo de esta práctica se centra en disfrutar realizándola. No se trata de un desafío personal, sino en aprender a apreciar el momento presente para liberarte del estrés diario, de las presiones, enfocándote solo en escuchar a tu propio cuerpo y a las necesidades que tiene para poder cubrirlas. 

Además, permite conectar con la naturaleza observando qué es lo que tenemos en nuestro propio mundo. El soft hiking brinda la oportunidad de disfrutar del entorno natural, observar la flora y fauna locales y conectarse con el medio ambiente, lo que puede generar un mayor aprecio por la naturaleza y promover su conservación.

Junto a todo esto, también te pones en forma física porque se hace un ejercicio cardiovascular y se fortalece la musculatura, pero de una forma más suave y gradual, lo que mejora la salud del corazón, la resistencia y la fuerza. De hecho, la práctica de soft hiking reduce en un 40% las enfermedades cardiovasculares. 

Qué necesitas para empezar 

Al ser una actividad de baja intensidad, el soft hiking es accesible para personas de diferentes edades y niveles de condición física, permitiendo que más personas puedan disfrutar de sus beneficios. Eso sí, es recomendable un mínimo de material e indumentaria. A fin de cuentas no deja de ser una práctica deportiva y, por muy básica que sea, necesitarás: 

1. Calzado adecuado: Un par de zapatos cómodos y resistentes, preferiblemente botas de senderismo o calzado deportivo con buena tracción para caminar sobre terrenos variados.

2. Ropa cómoda y adecuada para la actividad: Opta por prendas transpirables y ligeras que te permitan moverte con facilidad. También es importante considerar la protección contra el sol y los elementos, así que llevar una gorra o sombrero y una chaqueta ligera puede ser útil.

3. Mochila pequeña: Una mochila ligera para llevar tus objetos personales, como agua, refrigerios, protector solar, repelente de insectos, un pequeño botiquín de primeros auxilios y otros artículos que consideres necesarios.

4. Agua y frutos secos: Es importante mantenerse hidratado durante la caminata, así que lleva suficiente agua y algunos frutos secos para reponer energías durante el recorrido.

5. Protector solar y repelente de insectos: Dependiendo del lugar y las condiciones climáticas, es importante proteger tu piel del sol y de posibles picaduras de insectos.

6. Mapa o aplicación de navegación: Aunque el soft hiking suele realizarse en senderos bien señalizados y de fácil acceso, siempre es recomendable llevar un mapa del área o utilizar una aplicación de navegación en tu teléfono móvil para orientarte si fuera necesario.