Nutrición y Bienestar

Bollería industrial, ese veneno enmascarado

  • La comodidad de la comida preparada es innegable, pero también puede ser un campo minado de ingredientes no deseados

Bollería industrial, ese veneno enmascarado

Bollería industrial, ese veneno enmascarado

La bollería y pastelería industrial cada vez es más habitual en los supermercados y las despensas de la población española. Son productos tentadores de comer e irresistibles por su sabor dulce.

El aumento del precio de los alimentos han hecho hecho que la fruta y verduras, los lácteos, el pescado o la carne reduzcan su espacio en la cesta de la compra.

La estructura de la cesta cambia con respecto al orden de importancia antes de elegir los alimentos. Los tres atributos más importante para el consumidor son: precio, sabor y valores nutricionales como última grado de interés. La evolución de las compras en este tipo de productos ha descendido desde el 2020 al 2022 aunque la mayor proporción de consumo de bollería/pastelería es la que se compra envasada.

Una gran parte de la población pasa a comunir un gran número de dulces (5,48 kilos por persona) según el informe de consumo alimentario en España 2022 y de otro tipos de procesados. Los alimentos procesados tienen un alto contenido de azúcares, grasas y sal. Lo que se esconden detrás de estos productos son los tipos de ingredientes que se utilizan y lo que se deja de comer cuando comes bollería y pasteles. Estos productos tiene una gama muy variada y que están al alcance de grupos de la población vulnerables como son los niños.

La mayor proporción de consumo de bollería/pastelería es la que se compra envasada

Los nutricionistas alertan: "La educación nutricional debe partir de los colegios, pero también en casa". En la búsqueda de un estilo de vida más saludable, la elección adecuada de alimentos desempeña un papel crucial. Una dieta equilibrada no solo implica saber qué comer, sino también entender cómo seleccionar los ingredientes adecuados para mantener nuestro cuerpo en su mejor forma.

La comodidad de la comida preparada es innegable, pero también puede ser un campo minado de ingredientes no deseados. Es crucial examinar más allá de la conveniencia y considerar la calidad nutricional de estos productos.