Día Mundial de la Cefalea en Racimos

Cefalea en racimos, cuando el dolor de cabeza es intenso, persistente y no te permite llevar una calidad de vida

Cefalea en racimos, cuando el dolor de cabeza es intenso, persistente y no te permite llevar una calidad de vida

Cefalea en racimos, cuando el dolor de cabeza es intenso, persistente y no te permite llevar una calidad de vida

La cefalea en racimos también conocida como la cefalea de Horton es una forma de dolor de cabeza muy intenso, generalmente alrededor del ojo y la sien que afecta, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), a unas 50.000 personas en España.

El dolor de cabeza que genera esta patología es unilateral, es decir, solo se manifiesta en una parte de la cabeza y puede durar desde 15 minutos hasta 3 horas, cuyos episodios de dolor suelen presentarse en grupos o "racimos", que acompañan a la persona durante semanas o, incluso, meses. Muchos pacientes observan que sus crisis aparecen únicamente con los cambios de estación, principalmente al inicio de la primavera y el otoño y muy pocos de ellos recibe un diagnóstico adecuado

Los pacientes también pueden experimentar síntomas adicionales durante los ataques de cefalea en racimos, como lagrimeo unilateral, congestión nasal, sudoración facial, enrojecimiento o palidez facial, y agitación o inquietud. Describen este dolor como una sensación de quemazón o presión y cuando vienen los ataques pueden durar desde unos pocos minutos hasta varias horas. 

Enfermedad infravalorada

La cefalea en racimos está considerada como uno de los tipos de dolor de cabeza más infradiagnosticados en nuestro país, principalmente porque los pacientes tardan en consultar su dolor de cabeza. Se da sobre todo en aquellos en los que los periodos de remisión son muy largos. Por otro lado, cuando un paciente llega a una consulta con dolor de cabeza, la tendencia es pensar que tiene otras patologías relacionadas como la migraña o la cefalea en tensión.

Desde la SEN, aseguran que es una "cefalea infratratada". A pesar de haber tratamientos preventivos y sintomáticos, más de un 50% de los pacientes no reciben el tratamiento preventivo adecuado y, además un 30% de los pacientes no tienen acceso a los tratamientos sintomáticos adecuados.

Tratamiento

El tratamiento de la cefalea en racimos se centra en aliviar los síntomas agudos durante los ataques y en prevenir la recurrencia de los episodios. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

  1. Medicamentos abortivos: Para aliviar el dolor durante un ataque agudo, se pueden usar medicamentos como el sumatriptán, el zolmitriptán o el oxígeno inhalado. Estos medicamentos actúan rápidamente para reducir la intensidad y la duración del dolor de cabeza.

  2. Medicamentos preventivos: Para reducir la frecuencia y la gravedad de los ataques de cefalea en racimos, se pueden recetar medicamentos preventivos a largo plazo, como verapamilo, corticosteroides, litio o agentes antiepilépticos.

  3. Terapia de oxígeno: La inhalación de oxígeno al 100% a través de una máscara durante 10 a 15 minutos puede proporcionar alivio rápido y efectivo durante un ataque de cefalea en racimos.

  4. Estimulación del nervio vago: En casos graves y resistentes al tratamiento, la estimulación del nervio vago a través de un dispositivo implantable puede ser una opción para reducir la frecuencia y la gravedad de los ataques.

  5. Terapias complementarias: Algunas personas pueden encontrar alivio mediante terapias complementarias como la acupuntura, la terapia de masaje, la meditación o la biofeedback.

Es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado para la cefalea en racimos. Además, el apoyo psicológico y el asesoramiento pueden ser beneficiosos para ayudar a los pacientes a sobrellevar el impacto emocional y físico de esta afección.

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