El delegado especial del Estado para la Zona Franca de Cádiz, José de Mier, quiso ayer insistir en la necesidad de poner en marcha tan pronto como sea posible el futuro parque de Las Aletas, en base a tres argumentos: asegurar el empleo actual, favorecer la regeneración medioambiental y, sobre todo, crear espacios industriales.

De Mier parte de la base de que el desarrollo de la zona logística y portuaria de Las Aletas es fundamental, no sólo para el puerto de Cádiz y el tráfico de mercancías, sino también para la Zona Franca. Su responsable ya avanzó ayer en declaraciones a este periódico que "haremos lo posible por estar allí y desarrollar nuestras actividades".

De hecho, explicó que la Zona Franca ya está completa y la Zona Franca Exterior, de propiedad privada, "está abandonada y obsoleta en un importante porcentaje; además, el desarrollo de esta parte tiene visos comercial y administrativo, no de industria".

Para De Mier, el problema de Las Aletas "viene de que es un suelo de dominio público; tristemente, si fuera privado ya hace tiempo que estaría urbanizado y funcionando". Y es que, según indica, "hoy ya no hay suelo para nuevas industrias. Si alguien pide 50.000 metros para instalar su empresa, sencillamente no tiene sitio. Y para instalarse no hace falta hablar de empresas que tengan 2.000 empleados. Estamos hablando de que una empresa que tenga de 50 a 60 trabajadores necesita entre 35.000 y 50.000 metros para funcionar y no hay sitio". El responsable de Zona Franca pone un ejemplo: "La factoría de Gadir Solar se tuvo que construir tirando una nave, la de la antigua Transportes Carrillo".

Por eso, está seguro de que la puesta en marcha de este parque será vital para mantener el empleo actual, "porque de lo contrario cada vez vamos a tener menos influencia y la deslocalización va a ser clara y transparente".

Sobre el tema medioambiental, a José de Mier tampoco se le escapa que el debate sobre Las Aletas, como suelo realmente vertebrador territorial y económicamente en la Bahía, "se mantiene desde hace 14 ó 15 años". Y, en su opinión, "nunca los ecologistas pusieron pegas hasta ahora. Y habrá que recordar que hoy ese suelo es lo que se conoce como un polvero, un proceso de degradación que ya sabemos que se deseca. Tenemos que partir de ese origen, que nunca fue ni siquiera una salina en explotación y lo que hoy día se puede inundar por el mar se sigue manteniendo, y con una exquisitez extraordinaria".

Otro asunto de importancia para De Mier es el que tiene que ver con la condición de los suelos y su situación geográfica. El responsable de Zona Franca explica que Cádiz "está en la zona más bonita y privilegiada de Europa, pero es la que está más al sur, lo que nos crea un handicap: el transporte". Por eso, en su opinión, "tenemos que atraer a la gente como sea, dándole facilidades no sólo buscando suelos no especulativos, sino ayudas para intentar solucionar los problemas a esas empresas si queremos competir con el norte de España".

A su juicio, "hay que desarrollar suelos concesionables que no estén sometidos a especulación, y que tengan ayudas, es la única garantía de implantación de medianas y grandes empresas. Lo demás serán poligonitos comerciales. Si queremos crear un Complejo de Actividades Económicas tiene que tener al menos 300 hectáreas. Y ahí es donde puede haber empresas que generen negocio para el montón de pymes que hay en la Bahía. Y al decir grandes empresas hablamos de 100 trabajadores".

Un último apunte sobre la importancia que Las Aletas tendrá para el desarrollo portuario, logístico y de mercancías de la Bahía de Cádiz. De Mier explicó que la diferencia entre los puertos de Tánger-Med, Algeciras y Cádiz es evidente: el primero cuenta con 700 hectáreas, al margen de los cantiles de sus muelles; el segundo, una Zona de Actividades Logísticas de 350 hectáreas, al margen de los muelles; y en Cádiz, añade, "o se cuenta con hectáreas o quedará obsoleta y al margen de cualquier negocio en pocos años".