Después de intensos meses de precampaña electoral y las dos semanas que contempla la ley, los andaluces toman hoy la palabra para comunicar cuál es su decisión final. Más de 6,6 millones de electores están llamados a las urnas. Unos 302.000 podrán ejercer su derecho por primera vez, al cumplir los 18 años. La abstención es la gran preocupación que flota ante la cita. La ola de calor que buena parte de la comunidad andaluza ha sufrido durante esta semana y la tentación de buscar las playas desde primera hora es una posibilidad. Curiosamente, los principales partidos consideran, a priori, que se verán perjudicados si la participación es baja. Y llevan razón. Este 19 de junio es una fecha muy importante para el futuro de los andaluces. La comunidad andaluza se enfrenta a unos años en los que los desafíos económicos serán muy importantes por el convulso escenario internacional. Y su posición de partida no es de las más favorables. Acertar con la elección del Gobierno que se considere más preparado en este momento para afrontar esos retos resultará crucial. Por eso es necesario anteponer el ejercicio democrático de votar a cualquier otra consideración festiva. Si Juanma Moreno podrá repetir al frente del Gobierno y con quién. Si el PSOE es capaz de dar la sorpresa o dónde queda su suelo electoral. Si Juan Marín consigue o no reflotar Ciudadanos. Si son viables dos alternativas a la izquierda de los socialistas. Si Vox continúa con su empuje o se ve frenado. Muchas preguntas en el aire con respuestas esta noche. Antes hay que acudir a votar. Pero independientemente de quié n gane, hay un sentimiento general en la sociedad andaluza que todos deberían preservar: mejor la moderación que la radicalidad.