La rehabilitación del parque María Cristina de Algeciras ha vertido ríos de tinta, generado inacabables rifirrafes políticos e, incluso, ha provocado una concentración a las puertas del recinto. Sin embargo, cerrado el principal pulmón verde de la ciudad, al menos, hasta la próxima primavera, nadie ha reparado en el segundo: el parque de las Acacias, mucho más necesitado de obras, vigilancia, instalaciones infantiles y, en definitiva, atenciones.

El también llamado parque Smith ha sido, por accidente, el espacio más beneficiado por la reforma del María Cristina. El personal de Parques y Jardines que trabajaba a diario en el centro ha sido trasladado, temporalmente, al de las Acacias, abandonado durante demasiado tiempo a su suerte.

Excrementos a la entrada del parque, pintadas, recurrentes actos vandálicos, ramas y hojas secas acumuladas en suelo, columpios polvorientos e, incluso, indigentes durmiendo bajo los toboganes de los niños a plena luz. Ése era el aspecto que presentaba el parque Smith hasta hace apenas dos meses, a pesar de albergar la sede de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar y de ser el mayor espacio verde del cacareado Barrio de la Caridad.

Pintadas a las puertas del parque de Las Acacias. Pintadas a las puertas del parque de Las Acacias.

Pintadas a las puertas del parque de Las Acacias. / Erasmo Fenoy

El parque de las Acacias es una joya medioambiental y patrimonial para la ciudad de Algeciras. En su subsuelo se conservan restos arqueológicos de la antigua ciudad romana de Iulia Traducta mientras que el jardín, continuación del maravilloso hotel Reina Cristina, cuenta con una amplia variedad de especies vegetales procedentes de diferentes zonas del mundo; no obstante, la falta de cuidados ha hecho que el espacio haya perdido parte de su frondosidad original.

Sorprendentemente, ninguna asociación ecologista ni grupo municipal ha puesto el grito en el cielo cuando el jardín de las Acacias agonizaba por falta de riego y, en cambio, sí ha clamado por la tala de 19 árboles secos en el María Cristina. A pesar de tantos dislates, la Naturaleza, como siempre, se ha abierto paso y, como muestra de su poderío, un imponente roble sobrevive ante la fachada de la mansión que Guillermo Smith construyó entre 1903 y 1904.

Los árboles centenarios del parque Smith. Los árboles centenarios del parque Smith.

Los árboles centenarios del parque Smith. / Erasmo Fenoy

Ahora que en la contigua calle San Nicolás el Ayuntamiento de Algeciras ha propuesto la creación de un museo al aire libre para exhibir la gran factoría de salazón de época romana y que también plantea abrir una zona verde en el Patio del Coral, no estaría de más rescatar el parque de las Acacias y proporcionarle el esmero que merece. Quizá no venda tanto como el María Cristina de cara a las elecciones municipales, pero no hace falta ser un visionario para intuir el potencial de este espacio dentro del proyecto de revitalización del Barrio de la Caridad y la Villa Vieja.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios