El ocaso de los dioses

El golpe bajo de Escuredo consagró al PSOE como el partido de los andaluces

Probablemente, en las elecciones del día 19 se abra un horizonte nuevo. El granero socialista abandonará el silo que le ha dado cobijo durante cuarenta años. Ni siquiera el régimen del general Franco ha durado tanto como la hegemonía socialista. El día 27 de mayo de 1978 se constituyó en Cádiz la primera Junta de Andalucía (preautonómica). El presidente era un conocido juez, Plácido Fernández Viagas, tangerino de nacimiento, que recaló en Sevilla, en cuya Universidad estudió y adonde volvió después de varios destinos, como magistrado de la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Territorial. Elegido senador por Sevilla en la candidatura del PSOE, en las elecciones del 15 de junio de 1977, ya apuntaba maneras en los primeros meses de la Transición, cuando había sido suspendido del ejercicio de la judicatura por participar en una manifestación en 1976.

En la primera Junta, asomaron personalidades muy importantes en el futuro inmediato del PSOE. Carlos Sanjuán de la Rocha, un significado guerrista, ocuparía la Consejería de Interior y Rafael Escuredo -presidente de la Junta el 2 de junio de 1979, también preautonómica- la de Obras Púbicas. Los estrategas del Partido supieron transmitir que ellos eran los demócratas y los demás, a la derecha y hacia el centro, la resignación franquista. Fue la previa del gran logro: convencer a las masas de votantes que el PSOE era el partido andaluz por excelencia. Escuredo se hizo acompañar por doquier de María de los Ángeles, viuda ya entonces y dispuesta a reivindicar la figura de su padre, Blas Infante.

El golpe bajo que Escuredo supo colocar al Partido Socialista Andaluz, el partido político heredero del andalucismo histórico, consagró al PSOE como el partido de los andaluces. Como contrapartida, el excesivo protagonismo de Escuredo en el criadero socialista inspiró a Alfonso Guerra a urdir una habilidosa trama, con la ayuda del diario El País, que acabaría con el peligro que aquel representaba para la figura emergente de Felipe González. El PSOE regional con Escuredo a la cabeza, ganaría en 1982 con mayoría absoluta y, no obstante, el presidente dimitiría dos años más tarde. En esas primeras elecciones, el PSOE obtuvo el 52,56% y 66 escaños de los 109 disponibles. En las últimas elecciones autonómicas, las de 2018, el PSOE obtuvo algo menos del 28% de los votos y 33 escaños; más o menos la mitad de su primitivo electorado se ha evaporado ya de sus cuarteles.

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