Presume Los Barrios de tener una locomotora que ha formado parte de la historia del cine. Se llama La Verraco y, entre otras grandes producciones, se dice que la usó el equipo de producción de David Lean para rodar, en 1965, la monumental Doctor Zhivago.

Fotograma de la adaptación cinematográfica de "Doctor Zhivago". Fotograma de la adaptación cinematográfica de "Doctor Zhivago".

Fotograma de la adaptación cinematográfica de "Doctor Zhivago".

No menos grandiosa fue la historia de amor entre Boris Pasternak, autor de la novela casi autobiográfica de donde nació el guion de la película, y Olga Ivinskaya, amante y musa del escritor ruso, fuente de inspiración del inolvidable personaje de Lara Antipova.

Pasternak e Ivinskaya se conocieron en 1946, cuando la Unión Soviética estaba gobernada bajo el puño de acero de Stalin. Ella era 22 años más joven que el Premio Nobel de Literatura, quien estaba casado y tenía dos hijos. Ambos comenzaron una historia de amor clandestina que sólo terminó con la muerte de él. En aquellos tiempos convulsos, el régimen stalinista perseguía a Pasternak por su poesía, considerada del todo subversiva, por esa forma que tenía de "hurgar en el alma".

"Se habían amado no porque fuera inevitable o hubiesen sucumbido a la llama de la pasión. Se amaron porque así lo quiso todo cuanto los rodeaba: la tierra a sus pies, el cielo sobre sus cabezas, las nubes y los árboles", escribió Pasternak en las páginas de Doctor Zhivago, una novela que criticaba abiertamente la Revolución Rusa y todos los pilares del stalinismo.

Ivinskaya pagó un alto precio por ser la amante -y gran amor- del escritor quien, a pesar de todo, jamás abandonó a su esposa. Tras tres años de relación, fue acusada de "vínculos sospechosos de espionaje" y sentenciada a cumplir trabajos forzados en un gulag. Allí perdió al hijo que esperaba de Pasternak. La liberaron en 1953, con la muerte de Stalin. Doctor Zhivago se publicó en Italia poco después, en 1957, gracias al buen hacer de Feltrinelli.

En una carta a un amigo íntimo, Pasternak contaba que la policía secreta encarceló a Ivinskaya por su culpa. "Esperaban que, a través de amenazas, obtuvieran de ella pruebas suficientes para enjuiciarme. Le debo mi vida y, el hecho de que no me tocaran en aquellos años, se debe a su heroísmo y resistencia". El mundo también debe a Ivinskaya la publicación de una de las más bellas historias de amor que jamás se han contado, la vivida entre Yuri Zhivago y Lara Antipova.

A través del manuscrito de Pasternak, Lara (Ivinskaya), "envuelta con el perfume de las flores de tilo, el amargo aroma del comino seco, como en los parques de otros tiempos", representa la fuerza, el espíritu de supervivencia, el amor y la luz en mitad del caos, la guerra, la muerte, la miseria, la incertidumbre y la desesperanza.

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