LA campaña del 20-N lo inunda todo. Los políticos andan como locos para rascar sufragios. Como plato fuerte tenemos hoy el debate entre Rubalcaba y Rajoy, que muchos quieren adornar como decisivo. Yo me quedo más con la opinión de un analista, que señala que apenas influirá en el 1% de la intención de voto. Ojalá me equivoque y los candidatos se desaten, pero mucho me temo que será un debate encorsetado en el que el líder del PP apenas arriesgará, ya que tiene poco que ganar y algo que perder, y el del PSOE poco nuevo dirá después de su interminable ruta por los platós y estudios, incluidos los de programas del corazón y deportivos. Para no ser menos, en Algeciras están preparando otro debate televisivo -entre Landaluce y De la Encina- para confrontar ideas. Me parece bien como ejercicio democrático, pero es que con las municipales tan recientes a uno ya le suena todo a lo mismo. Ya ven, ración doble de politiqueo para estómagos bastante empachados.