Estimado Alberto. Con el Corazón en Algeciras, como muchas vecinas y vecinos, y la memoria de quienes conocí y, a buen seguro, la han llevado en sus corazones, te traslado mi agradecimiento por el artículo publicado en Europa Sur titulado: Un anarquista en la política local. No tanto por lo que a mi humilde persona pueda tocarle, sino sobre todo por tu contribución periodística que siempre invita a la reflexión desde la claridad.

Me comentan personas que te aprecian que se han sorprendido, un poco, de las afirmaciones que reflejas en el artículo referido. Y la sorpresa viene de que piensan que nuestros pensamientos están alejados lo suficiente como para que tus consideraciones, sobre la participación en política de egregias figuras del anarquismo, permitan desear que alcance, este que te escribe, una concejalía que no ha llegado. A alguna de ellas, las más cercanas, le he confesado que tengo hacia tu persona el mayor de los respetos intelectuales y un afecto como buen vecino de esta nuestra ciudad. Considero que entroncan nuestras diversas visiones antropológicas en el ideal liberal decimonónico, antes de que se contaminara con los intereses bastardos del capitalismo en desarrollo. El nexo esencial: La ansiada libertad, para expresar, para crear, para cooperar, que es esencia de la humanidad. Y en ese punto, que bien pudiera cerrar una circunferencia, se produce el encuentro de líneas de pensamiento que parecen, solo parecen y sólo un poco, distanciadas, como se dice "360º". Nos preceden quienes ya enarbolan el estandarte de esa libertad y honestidad que hermana y empodera. Mi hija Brisa Fenoy, en su canción Generación, escrita y compuesta para la Universidad Internacional de Valencia, enfatiza lo posible, porque la voluntad así lo impone. "Pero aquí estamos (la juventud) eligiendo otro destino. El de la utopía. El de un trabajo digno. La libertad como nuestro himno. Seamos capaces de cambiar lo establecido". Porque vivir en sí produce cambios y estos no siempre son positivos, generan dificultades y por ello lo deseable es superarlas, afrontándolas.

Te sigo en lo que escribes y considero muy cierto lo que hace sólo unos días escribieras: "Llega el período de las barriadas, la asignatura pendiente. Hay que poner en condiciones la franja urbana que va desde El Cobre hasta El Saladillo y Pescadores, mirar con buenos ojos a la Villa Vieja, a la Juliana, a Pajarete y a la Bajadilla y extender el horizonte de actuaciones hasta la Junquera y el Rinconcillo". Las realidades tan duras, que las gentes viven en esos lugares que citas, explica en buena medida eso de "un anarquista en política local". A una edad avanzada, por más que se pretenda la eterna juventud, se llega a percibir el enorme valor de un tiempo vital que merece ser vivido acompañando a quienes más precisan y quienes tienen energías para ayudar. Desde un Ayuntamiento que debería enfocar la vida municipal desde la humanidad y no desde la "política", se puede hacer tanto, que hasta un "anarquista" se prestó a participar en la cita electoral.

"Ojos que no ven corazón que no siente". Ese es, en mi modesta opinión, lo que ha permitido que, después de cuarenta y tantos años de municipalismo democrático, las personas vivan tan mal en las barriadas algecireñas. Subrayo y coincido totalmente lo de "llega el tiempo de las barriadas". Porque si tarda en llegar, Algeciras en su conjunto puede verse inmersa en tensiones nunca imaginadas. Hoy lunes he seguido visitando la Piñera y me han publicado un artículo, Dos extrañas facturas de Emalgesa sobre el consumo de agua. No obstante, en la campaña electoral que ha finalizado, quien ahora tiene toda la responsabilidad de dirigir nuestro ayuntamiento, ha proyectado su visión de "la mejor Algeciras que está por venir" y en esa visión las barriadas están ausentes. Más allá de considerar el importante apoyo directo recibido por el candidato, de algo más de 22.000 personas, es preciso reconocer que solo representan el 24% del electorado y algo menos del 15% del total de la población estimada residente. Además, importa considerar, cuando se hace referencia a las barriadas, la gran postración de una enorme cantidad de vecinas y vecinos de Algeciras, que hace tiempo tiraron la toalla, porque como me han manifestado directamente y sin recato: "Esto no tiene remedio y sois todos iguales". Muchas personas fueron a votar, algo más del 47% del censo, y hay que agradecerles que lo hicieran. Queda por afrontar el enorme abstencionismo que se acerca al 53% de las personas censadas en Algeciras. ¡Tiempo de Barriadas! Aunque ya ves, aún resuenan los últimos "tiros" de la campaña municipal y ya bombardean las generales. Reitero mi consideración hacia tu persona y tu generosidad por compartir tus reflexiones con quienes te siguen, entre ellos, este que te aprecia y respeta.

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