En casa del herrero…

Drama, Argentina-España, 2010, 104 minutos. Dirección: Miguel Cohan. Guión: Miguel y Ana Cohan. Fotografía: Hugo Colace. Música: Lucio Godoy. Intérpretes: Leonardo Sbaraglia, Federico Luppi, Martín Slipak, Luis Machín, Bárbara Goenaga, Ana Celentano.

Difícil lo tienen las películas de alcance medio para hacerse hueco en esta temporada de peliculones. Incluso aquellas que, como esta Sin retorno, vienen con premio (Espiga de Oro en Valladolid) y con uno de esos repartos irresistibles (Sbaraglia y Luppi) para el público adulto que todavía está dispuesto a echar la tarde del sábado en el cine. Más difícil lo tienen aún cuando lo que ofrecen no difiere demasiado de las teleseries y telefilmes tan de moda con la historia reciente o los sempiternos asuntos de actualidad como reclamo.

Con el inconfundible sello de discreción y reciclaje de la casa Tornasol/Castafiore, Sin retorno aspira a situarnos en el epicentro de un conflicto moral en torno a la falsa culpabilidad, los problemas de conciencia, el dolor y la venganza de unos personajes envueltos en un accidente de tráfico mortal en las calles de Buenos Aires.

El debutante Miguel Cohan despeja su premisa hitchcockiana de todo elemento que pueda distraernos del mensaje, empezando por el estilo, para filmar a palo seco, sin la más mínima inquietud por la puesta en escena, uno de esos guiones modélicos en su estructura y en su desarrollo epidérmico, mecánico y estereotipado por los vericuetos del subgénero, un guión que avanza a golpe de grandes elipsis (ya saben, "3 años y medio después") que nos escamotean precisamente aquello que hubiera sido lo más interesante, a saber, el paso y el peso del tiempo sobre las conciencias, la evolución y los comportamientos de unos personajes que acaban funcionando más como conceptos que como verdaderos seres humanos azotados por las circunstancias de la tragedia.