El árbitro que detuvo el Balona-Sevilla Atlético por insultos, repite decision en el Coria-Córdoba B

Real Balompédica Linense | Tercera Federación

Espina Domínguez culpa de los hechos a los aficionados visitantes, apenas una veintena

El Ciudad de La Línea, apercibido de cierre por los 'incidentes' durante el Balona-Sevilla C

Luis Espina Domínguez, en el Ciudad de La Línea
Luis Espina Domínguez, en el Ciudad de La Línea / Erasmo Fenoy

El colegiado onubense Luis Espina Domínguez, que el pasado nueve de noviembre detuvo hasta en dos ocasiones el encuentro que enfrentaba a la Real Balompédica con el Sevilla Atlético, amparándose en que se oían insultos desde la grada, repitió su decisión este último domingo en el Guadalquivir de Coria, también del grupo X de Tercera Federación, que enfrentó a los ribereños con el Córdoba B y que finalizó en tablas (1-1) El trencilla responsabilizó en este caso de los hechos a la afición visitante.

Luis Espina Domínguez está decidido a cambiar la conducta de los aficionados al fútbol. El pasado nueve de noviembre interrumpió el Balona–Sevilla Atlético de la décima jornada al escucharse gritos ofensivos hacia él y hacia uno de sus auxiliares por parte de algunos aficionados situados en la grada de Tribuna del Ciudad de La Línea. Uno de esos cánticos, según reflejó él mismo en el acta, era “qué malos eres”.

El duelo estuvo detenido hasta diez minutos después de que el colegiado ordenase a los protagonistas de ambos equipos retirarse del terreno de juego.

Como resultado de aquellos hechos que el Comité catalogó como “de suficiente gravedad”, este mismo organismo determinó imponer al equipo de casa una sanción de "multa en cuantía de ciento cincuenta euros (150,00 €), como responsable de incidentes de público de carácter grave, con apercibimiento de clausura de sus instalaciones deportivas en caso de reincidencia.

Pues bien, en el transcurso del Coria–Córdoba B del pasado domingo, ya bien entrada la segunda parte, Espina Domínguez detuvo el juego, se dirigió al delegado local y puso en marcha la primera de las medidas del protocolo: advertir a través de la megafonía que no permitiría más insultos y que en caso de que no cesasen retiraría a los protagonistas del césped.

El juego estuvo detenido durante un par de minutos y, al no producirse reiteración de los insultos, no hubo más anomalías en este apartado. El trencilla, que afronta su quinta temporada en la Tercera Federación, responsabilizó de los hechos a personas que él identifica como aficionados visitantes... que apenas eran una veintena.

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