Como un paseo por los años 50, desligando entre sus grises destellos de color. Jesús Recuerda Palmero abrió las puertas ayer a la Gran Vía de Madrid, a la Plaza Alta de Algeciras o al paisaje que propone La Alcaidesa. La galería Rafael Argelés de la Fundación Municipal de Cultura José Luis Cano fue testigo ayer de un viaje en el tiempo a través de la mirada fotográfica sobre el pincel del pintor linense. Inauguró su exposición llamada Volver atrás. Realismo en gris, que podrá visitarse hasta el 30 de mayo.

El artista se dedica a pintar, le falta tiempo reconoce. Está prejubilado y tras haber llevado el museo Cruz Herrera de La Línea y la parte técnica de la galería Manolo Alés, ahora le toca disfrutar, y qué mejor que a través del sentido y la dirección que marca el pincel. Empezó a dibujar de pequeño, a pintar siendo ya más mayor, pero "lo cogí con muchas ganas de mayor y no lo he dejado". Recuerda presentó ayer su cuarta exposición individual, después de otras tantas colectivas, pasando por Ávila, Madrid o Guadalajara. Nació en La Línea pero vive en Algeciras, por lo que prefiere definirse como campogibraltareño.

A través de la técnica del acrílico y el óleo sobre lienzo o madera presentó más de una veintena de cuadros que evocaban a etapas ya pasadas. El negro y el blanco con pequeños apuntes coloridos, el rojo sin ir más lejos. "Para que se note más esa ausencia de color", definía ayer en la presentación. Según sus palabras "quiero plasmar un poco aquella época de mi niñez, casi todas las obras son de los años 50, casi todas las obras lo indican, me siento muy agusto con el blanco y negro".

La galería atrae la mirada del espectador, con un realismo fotográfico que se queda en el pincel con el sello de obra pictórica, juega con los contrastes. Detalla en algunas de las piezas fondos de color en playas que mezclan el amarillo y el azul con personajes grises, más allá del verdadero protagonismo, que lo sostiene el rojo, de cada apunte que resalta acristalando el matiz oscuro que envuelve al recuerdo pintado.

Después de una larga etapa de agresividad del expresionismo y lo abstracto, vuelve atrás al realismo, a la fotografía del pincel, al blanco y negro con todas sus tonalidades. Así, el autor recuerda "de dónde venimos".