Cultura

La biblioteca de Baelo Claudia, guardiana de 4.000 tesoros de papel

  • El espacio conserva publicaciones de las primeras excavaciones hechas en el yacimiento en el siglo XX

  • La biblioteca romana puede consultarse en internet

Esa vieja y conocidísima dama romana que es Baelo Claudia alberga un cuidado y luminoso espacio. No es tan antiguo ni tan popular como el foro, el teatro, las calzadas o las piletas donde se fabricaba el célebre garum. Pero guarda como tesoros entre cuatro y cinco mil publicaciones. Ese es el patrimonio de papel que custodia la biblioteca del yacimiento. Lejos de lo que pudiera pensarse, estas dependencias no tienen su origen en la construcción del actual centro de interpretación, erigido bajo diseño del arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra en 2007. Realmente, había libros y revistas sobre el mundo romano anteriormente. Estaban en una pequeña sala del viejo cuartel de la Guardia Civil, que durante años fueron las precarias oficinas desde las que se apoyó la excavación y crecimiento de este conjunto arqueológico en la costa de Tarifa

Iván García es arqueólogo del área de Conservación e Investigación de Baelo. Tiene claro que la biblioteca es una pieza clave en este engranaje de exhibición y aprendizaje del pasado hispanorromano: "Realmente todo el yacimiento está concebido ahora como un centro de gestión de la investigación y, así las cosas, la importante colección de publicaciones que aquí tenemos es algo decisivo. Es un lugar muy importante para los especialistas de las universidades europeas, los investigadores, estudiantes en general y hasta estudiosos que, a veces, unen el hecho de venir en verano con el de acercarse para concretar algún dato aunque estén de vacaciones". García recuerda el antecedente que fue aquella salita del mencionado cuartel. Unas modestas instalaciones que, por cierto, antes que a la Guardia Civil habían cobijaron hasta 1940 a miembros del desaparecido cuerpo de Carabineros. 

La biblioteca permanece abierta de martes a viernes por las mañanas de 8:30 a 14:00. Baelo Claudia cierra los lunes, como los museos. Una tarde a la semana también se puede acceder. Y es precisamente los lunes, aunque hay que concertar cita previamente para poder estar en ella de 16:00 a 18:00 entre los meses de septiembre y junio. Está centrada en el mundo romano (hay publicaciones sobre la Grecia Clásica, pero no demasiadas) y organizada siguiendo la tradicional clasificación decimal universal y por secciones como Numismática, Arte, Arquitectura, Arqueología, Religión, Ciencias SocialesEpigrafía y hasta una de Prehistoria bastante sólida en la que figuran, por ejemplo, títulos sobre Los Algarbes o el Arte Sureño en el que tanto trabajó y aportó el germano-tarifeño Lothar Bergmann

Francisco Javier Rojas es el bibliotecario, el guardián último de esta sala de máquinas de papel. Es un trabajador discreto y educado, pero se nota que es además un apasionado de su tarea: "La biblioteca comenzó a formarse de una manera muy práctica, porque todos los manuales y publicaciones que tenemos desde el principio hacían falta a los arqueólogos que venían e iban excavando en las sucesivas campañas. Traían todo ese material bibliográfico y ya se quedaba aquí". Cuenta una anécdota: "Vienen arquitectos para ver cómo eran los edificios en las ciudades romanas y tomar ideas". 

Hay algunos volúmenes que destacan sobre otros por su antigüedad y valor histórico. Es el caso de Fouilles de Belo (Hojas de Baelo), libro muy conocido en el mundo de la historia clásica porque recoge las que quizás estén entre las excavaciones más importantes de cuantas se han hecho en la ciudad de Baelo. Fueron ejecutadas por el arqueólogo francés Pierre Paris entre los años 1917 y 1921 y sacaron a la luz, por primera vez, estructuras de la zona monumental y la necrópolis. Todo un hito.

Muy cerca en cuanto a valía está la serie de revistas de la Casa Velázquez -institución cultural gala en el extranjero dedicada al estudio del hispanismo- en las que pueden verse y leerse los no menos relevantes trabajos arqueológicos en el conjunto histórico de la ensenada tarifeña en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta del siglo XX. Fue el tiempo de los hallazgos de las piletas de salazones y el teatro. "Los franceses, en lo que tiene que ver con la arqueología, se caracterizan por lo metódico y la rigurosidad de sus investigaciones", afirma Rojas el bibliotecario. La Casa Velázquez, fundada en 1920, depende del Ministerio de Cultura del Gobierno de Francia y editó esta colección bajo el nombre de Melange (Mezcla, en español). La Guía del paisaje cultural de la Ensenada de Bolonia, publicada por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, es mucho más reciente pero también ha de ser muy tenida en cuenta para comprender bien Baelo y su entorno.

Sumergirse en todo este caudal informativo y de conocimiento es posible, incluso, sin darse el placer que es siempre acudir físicamente al yacimiento. La biblioteca está integrada en la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía (RBPA) y en el Catálogo de Información y Documentación Especializada de Andalucía (IDEA), ambos con amplia y potente plataforma de consulta en internet. Roma en Tarifa a golpe de un click de ratón. 

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