Relevo en la Subdelegación del Gobierno en Cádiz

"Quiero parecerme a Cádiz"

Blanca Flores, tras tomar posesión de su bastón de mando de manos del delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, a su lado.

Blanca Flores, tras tomar posesión de su bastón de mando de manos del delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, a su lado. / Jesús Marín

Primero Blanca Flores fue nombrada por el delegado del Gobierno en Andalucía (18 de enero), después tomó posesión de su cargo de subdelegada en la provincia de Cádiz en un acto presidido en Sevilla por la vicepresidenta María Jesús Montero (26 de enero), luego se presentó antes los mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia (29 de enero) y a renglón seguido hizo lo propio ante los medios de comunicación en su primera rueda de prensa en Cádiz (2 de febrero). Pero por si todo esto fuera poco, ayer se produjo su presentación oficial como principal responsable del Gobierno de España en todo el territorio gaditano.

El acto institucional, en el que recibió el bastón de mando de manos del delegado del Gobierno central en Andalucía, Pedro Fernández, se celebró en el Parador de Cádiz. Allí, frente a su barrio de siempre, el del Balón, Blanca Flores desgranó los pilares en los que quiere centrar su gestión y que serán, dijo, "ejercer una política de puertas abiertas", "colaborar con las diferentes administraciones públicas con la mano tendida" y, de manera muy especial, "colaborar por el bien de la provincia". "Cádiz no es sólo una provincia sino que es un carácter, y yo aspiro a parecerme a ella", apostilló.

Conocido es que el nombramiento de Blanca Flores como nueva subdelegada ha estado lleno de sobresaltos, sobre todo porque la dirección federal del PSOE terminó tumbando la candidatura de la chiclanera Cristina Saucedo, que era el nombre que había planteado la dirección provincial socialista que encabeza Juan Carlos Ruiz Boix. El cambio de rumbo del partido y la designación de Flores escoció tanto en una parte del socialismo gaditano que a día de hoy no se ha producido aún un comunicado oficial del partido felicitando a la nueva subdelegada –sí lo hubo de agradecimiento al subdelegado saliente, un José Pacheco que ayer no estuvo presente en el acto– y tampoco hubo representación de la dirección provincial del partido en la toma de posesión celebrada hace dos semanas en Sevilla y al que sí asistieron dirigentes sin mucho apego a Ruiz Boix y a su equipo como el alcalde de Chiclana, José María Román, y la ex secretaria provincial y parlamentaria andaluza, Irene García.

Por todo ello había morbo por saber si el PSOE de Cádiz arroparía ayer a este "verso suelto" del socialismo gaditano, como la propia Blanca Flores se autodefinió hace pocos días. Y se puede decir que sí, que el partido estuvo ayer con ella... pero sin estridencias.

Porque el salón del Parador en el que se celebró el acto se llenó, con presencia de muchas autoridades civiles y militares de la provincia, representación de colectivos profesionales y asociaciones de diferente índole, familiares y amigos de la subdelegada, una amplia representación del mundo de la cultura, militantes de la agrupación socialista de Cádiz capital y, de manera muy especial, cargos de ayer y de hoy adscritos a las corrientes socialistas conocidas como el romanismo o el irenismo. Entre ellos alcaldes como los de Chiclana, San Fernando, Rota o Vejer.

Pero también hubo ausencias, en especial las de los números uno y dos del PSOE en Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix y Alfonso Moscoso, ambos supuestamente en Madrid. La máxima representante de la dirección provincial fue la secretaria de Organización, Ana Carrera, mientras que en las últimas filas del salón estaban el secretario local del PSOE, José Ramón Ortega, y el portavoz, Óscar Torres.

Curiosamente, y puede que por primera vez en la historia en la presentación de un subdelegado en Cádiz de un Gobierno socialista, el acto contó con la presencia de más cargos públicos del PP que del PSOE, porque allí estaban Bruno García, Mercedes Colombo, Juancho Ortiz, Teófila Martínez o Agustín Muñoz, entre otros.

Algunas de las autoridades civiles y militares que arroparon ayer a la nueva subdelegada. Algunas de las autoridades civiles y militares que arroparon ayer a la nueva subdelegada.

Algunas de las autoridades civiles y militares que arroparon ayer a la nueva subdelegada. / Jesús Marín

Todos, de un bando y de otro, escucharon cómo en su discurso Blanca Flores mostraba su "emoción, responsabilidad y compromiso" por asumir un reto, el de representar al Gobierno de España en Cádiz, que fue calificado de "apasionante" y de "complejo" tanto por ella como por Pedro Fernández.

La nueva subdelegada afirmó que las políticas desarrolladas por el Gobierno de Pedro Sánchez "han mejorado a la provincia de Cádiz", aunque "hay que seguir avanzando". En especial citó las medidas adoptadas en materia de infraestructuras (el fin del peaje en la AP-4 o las obras en Tres Caminos), seguridad (sobre todo en la lucha contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar), industria (puso el ejemplo los contratos de Navantia) y políticas sociales (pensiones, becas, etc.).

Pero también dejó claro que como subdelegada trabajará para luchar contra las muertes de migrantes en el Estrecho, la violencia machista, el desempleo, las colas en los comedores sociales, la fuga de gran parte de la juventud gaditana o los problemas que hay en muchos hogares para llegar a fin de mes. Todo ello en una provincia de Cádiz que calificó de "compleja" pero que es también "valiosa, próspera, genuina y rica en matices".

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