Unos cinco mil usuarios esperan aún un punto de atraque para sus barcos

La crisis económica global ha provocado una disminución de la venta de embarcaciones en la provincia de Cádiz tal y como muestran las estadísticas de matriculaciones en los últimos meses. A pesar de eso y por contra, la lista de espera controlada por la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) indica que 4.812 propietarios esperan un hueco en el que atracar sus embarcaciones.

Esta situación demuestra que se trata de un negocio por explotar, pero el éxito radica en la capacidad que la Junta, administración de la que depende la gran mayoría de los puertos deportivos de la provincia, muestre a la hora de dar respuesta a esa demanda. Detrás de esa lista de espera se encuentran cánones que se traducen rápidamente en dinero que podrían ayudar a compensar la crisis económica y la supervivencia de las arcas autonómicas.

El caso es que en mayo de 2008, este periódico recogía el compromiso por parte de la Junta de Andalucía de triplicar el número de atraques existentes en la Bahía de Cádiz para 2012. La realidad es que a día de hoy, mucho ha de correr la Junta para poder hacer realidad ese compromiso político con la provincia de Cádiz.

El minuto y resultado, según testimonio procedente de la propia APPA, detalla por ejemplo que el puerto deportivo de Sanlúcar de Barrameda se encuentra en la actualidad con un plan de Uso en fase de tramitación ambiental. De éste depende una nueva dársena deportiva. El proyecto se encuentra ya redactado y sometido a información pública, de manera que cuando se aprueba su plan de usos, poder sacar a concurso el proyecto y la obra.

Chipiona, su puerto, tiene ya terminada su ampliación y ya se encuentra en servicio. No obstante, según Puertos de Andalucía, se está trabajando en otra infraestructura: una rampa de vela ligera, que dotará de mayor capacidad a este puerto para estas pequeñas embarcaciones.

En Rota, la localidad con una mayor lista de espera de amarres (1.553), se trabajaba con la posibilidad de ampliar el campo de fondeo. La APPA entiende, tras un estudio, que no cuenta con suficiente calado ni abrigo, por lo que estima que esa opción es "imposible". "De momento, nos estamos centrando en mejorar las condiciones del catamarán, con la previsión de construir una nueva estación marítima", comentan fuentes de la APPA.

En El Puerto de Santa María, la pelota está en el tejado de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, titular del suelo de su puerto deportivo y de su agua, pues debe cambiar su plan de usos para la instalación de una nueva dársena.

Puerto Real está pendiente de 203 amarres nuevos. Ya se ha redactado el proyecto básico, sometido a información publica y pendiente de resolución de alegaciones.

Por su parte, Sancti Petri, en Chiclana, 757 propietarios de embarcaciones esperan un amarre. Su puerto también está pendiente de otra ampliación. Pero la burocracia de nuevo se alía contra los demandantes. Mientras APPA, Estado y Ayuntamiento llegan a un acuerdo, la Junta trabaja en su balizamiento fijo, dragado, regularización del club náutico y en la próxima reparación de sus muelles pesqueros.

Gallineras (San Fernando) tiene su futuro hipotecado con la APPA, que tiene previsto desarrollar un millar de puntos de atraque, trabajos que podrían iniciarse a lo largo de lo que queda de año. Según Puertos de Andalucía, la burocracia del proceso administrativo impone la redacción de un documento preliminar de plan de usos que luego habrá que someter a información pública y tramitación ambiental. Los plazos apuntan a que los nuevos traques no estarán para 2011.

En Cádiz, dos puertos, el de Puerto América y el de la Barriada de La Paz, con cerca de mil demandantes de amarre, esperan una luz que ilumine sus futuros. Puerto soñaba con 200 atraques, pero las prioridades de Junta, Ayuntamiento y Autoridad Portuaria apuntan, antes, a dilucidar el futuro del polémico edificio Ciudad del Mar que se alza junto a este puerto deportivo. La Paz-Puntales, por contra, sigue a la espera de los anunciados 1.480 amarres. Este ambicioso proyecto está ahora mismo en tramitación medioambiental y la APPA no se atreve a dar plazos.

La Junta estudió la ampliación del puerto deportivo de Conil pero "problemas ambientales" lo impiden de momento, por lo que la APPA se afana en otras actuaciones necesarias para este puerto, tales como dragados o infraestructuras pesqueras, "aunque no ha quedado nada descartado con vistas al futuro".

Barbate construye ahora un nuevo varadero, donde trasladará las instalaciones industriales y así proceder a ampliar su lámina de agua.

Por último, La Alcaidesa (La Línea) está listo para su uso y se pondrá en servicio "cuando la concesionaria (Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras) lo estime oportuno", comentan desde la APPA.

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