Los últimos 13 tripulantes del 'Ocean Sparkle' vuelven a casa

La pesadilla ha terminado para la tripulación del Ocean Sparkle. Al menos, en cuanto a sus condiciones de vida. Los trece marineros que quedaban a bordo del buque cementero que permanece detenido en el puerto de Algeciras desde marzo por embargos y por impagos de salarios subieron ayer a un microbús que les llevó al aeropuerto de Málaga con destino a sus países. De las repatriaciones se ha hecho cargo la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF).

El inspector de la ITF, José Manuel Ortega, contó que ahora, una vez que todos los tripulantes han dejado la nave, iniciarán el proceso para reclamar judicialmente sus salarios. Los 13 tripulantes que quedaban eran 10 filipinos, un griego, un georgiano y un polaco, que ayer pudieron pasear por Algeciras hasta las 19:30, hora a la que les recogió el microbús con destino a Málaga, dejando atrás casi seis meses atracados al dique exento de Isla Verde Exterior y con una situación tan extrema de escasez de alimentos, agua y combustible en los últimos días que el Banco de Alimentos les entregó esta semana 636 kilos de víveres.

Pero con su marcha no acaban los problemas de abandono de tripulación en el puerto de Algeciras. A pocos metros del Ocean Sparkle está atracado el Prosperity, un carguero de bandera de Moldavia con 11 tripulantes a bordo que arrastran tres meses de impagos. Su situación es diferente, porque el barco está cargado con 2.300 toneladas de ferrosilicio que debían viajar a Italia. El barco recaló aquí para operaciones en uno de los concesionarios de la bahía y la Capitanía Marítima detectó deficiencias que motivaron su detención y un expediente sancionador que el armador ya ha comunicado que no puede pagar, ni los arreglos. La ITF se ha ofrecido a negociar un acuerdo con la aseguradora de la carga. Salvamento Marítimo, Cáritas y Cruz Roja ya les han suministrado agua y comida en alguna ocasión. La tripulación está compuesta por un griego y diez búlgaros.