La almadraba de Tarifa cumple con la tradición del escapulario y la ofrenda de flores

Las almadrabas agrupadas en la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba (OPP51) están llenas de historia y tradición. Y también de rituales que se han heredado durante décadas de generación en generación. Es el caso del ritual del escapulario y la ofrenda de flores que ha celebrado este martes la almadraba de Tarifa.

Desde hace unos 40 años, el capitán y sus almadraberos atan un escapulario a la llamada boca, la puerta de entrada del atún rojo a la red de la almadraba.

Cubierto por una resina que resiste al agua salada durante toda la temporada de pesca, el escapulario contiene medallas de los cuatro capitanes que ha tenido la almadraba de Tarifa desde los años 80: Virgen del Carmen, de la Bella, de la Luz y otros santos.

Con esta encomendación, los almadraberos esperan una buena campaña de pesca que, previsiblemente, se dará entre abril y junio.

El actual capitán de Tarifa, Patrocinio Fernández, quien heredó el oficio de su padre hace más de un lustro, ha encabezado este acto simbólico, acompañado del alcalde de Tarifa, Francisco Ruiz; el concejal local de cultura, Francisco Javier Terán; y la directora gerente de la Opp51, Marta Crespo.

Precisamente, la Opp51 será galardonada el próximo 25 de febrero con el premio de la Bandera de Andalucía por el trabajo en pro de la sostenibilidad y defensa del atún rojo salvaje de almadraba. Marta Crespo hizo extensiva la enhorabuena a todo el equipo almadrabero por dicho galardón.

El acto ha seguido con otra tradición propia de la almadraba tarifeña: la ofrenda de flores a la virgen de la Luz, patrona de localidad.

El último ritual antes de la pesca llegará con la bendición del copo, zona de la almadraba donde se espera pescar un año más el preciado atún rojo.