'Harmony': un barco de película

En 2014 fue el Oasis, al año siguiente el Allure, y ayer, ostentando el título del nuevo barco de crucero más grande del mundo atracó en el Puerto de Málaga el Harmony of the Seas. Realizando su viaje inaugural entre la localidad británica de Southampton y Barcelona, el buque insignia de Royal Caribbean permaneció amarrado en el muelle Norte de la estación marítima de Levante entre las ocho de la mañana y seis de la tarde; una estancia que permitió realizar diferentes actividades en la ciudad a los 5.410 pasajeros y 2.292 tripulantes que venían a bordo de este mega hotel flotante.

Perteneciente a la clase Oasis, el Harmony of the Seas, construido entre 2014 y 2016 en los astilleros galos STX France (Chantiers de L´Atlantique) en Saint Nazaire, tras haber efectuado dos pequeños viajes desde Southampton y la ruta que ayer lo trajo al puerto, se posicionará en la Ciudad Condal para cumplimentar desde allí una larga temporada que lo mantendrá navegando por el Mediterráneo hasta finales de octubre, fecha en la que, tras escalar nuevamente en Málaga, viajará a Ford Lauderdale para iniciar su campaña caribeña.

Repleto de abultadas cifras entre las que destacan, por su significación, los 33 centímetros y las 1.448 toneladas con las que supera a sus gemelos Oasis y Allure, el Harmony of the Seas comienza su vida de mar clasificado como el buque de turistas con mayor eficiencia energética de toda la flota crucerística internacional. Y si bien sus 362 metros de eslora, sus 2.747 camarotes o su capacidad máxima de habilitación para 6.780 pasajeros parecieran poco, Royal Caribbean, manteniendo la estructura básica de los anteriores buques de la clase Oasis, introduce en el barco de los siete vecindarios temáticos y las 12.000 plantas unas novedades que ya han calificado los especialistas del sector internacional como revolucionarias.

Con la conexión más rápida a internet que existe a flote, las pulseras electrónicas con las que los pasajeros pueden gestionar su vida a bordo y los camarotes interiores con vistas virtuales, el barco más grande del mundo presenta el mayor tobogán no acuático que se puede encontrar en un buque de turistas. El denominado Ultimate Abyss que en algo más de 40 metros ofrece una caída de diez cubiertas, abre las puertas a los toboganes en Royal Caribbean que hasta la fecha no tenía ninguno a bordo de los barcos que componen su flota. Complementada esta atracción con los tres cilindros acuáticos que constituyen el llamado Perfect Storm y el Splashaway Bay Water Park, el más completo parque de agua de un buque de crucero, la compañía propietaria del Harmony of the Seas amplía las atracciones familiares que existen de esta ciudad flotante. Pero además, recogiendo lo que ya tienen los barcos de la clase Quantum de esta misma naviera, oferta dos brazos mecánicos que sirven cócteles en el Bionic Bar y un restaurante, el Wonderland, donde se puede degustar cocina molecular.

A la espera de volver a verlo en aguas malagueñas en el mes de octubre, ayer, a las seis de la tarde el Harmony of the Seas, el nuevo buque de crucero más grande del mundo dejó el puerto con destino Barcelona.