La iglesia se arranca por sevillanas

Una experiencia que no olvidará. Ni muchos de sus vecinos tampoco. El párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción de La Línea, el barreño Juan Carlos Pérez, tuvo su particular minuto de gloria el pasado fin de semana al participar como aspirante en el programa Yo soy del sur, el talent show dedicado a las sevillanas puesto en marcha por Canal Sur Televisión.

Pérez desfiló entre muchas otras personas por el casting buscando un hueco como participante. Aunque no sólo el cura se arrancó por sevillanas. El sacristán del templo, José Manuel Fernández [Josele], también participó en las audiciones previas a la primera gala. Ambos no tuvieron suerte, si bien Fernández se dejó ver entre el público durante el primer programa presentado por María del Monte y en alguno de los vídeos en los que la organización enseñó los entresijos de la selección de los participantes.

El padre Carlos apareció en uno de los vídeos de la selección de mejores momentos de las pruebas. Visiblemente nervioso, y bajo sones de cantos gregorianos para aderezar el vídeo, el cura se presenta mientras trata de aflojarse el alzacuellos. "Yo soy hijo de Los Barrios, aunque llevo mucho tiempo fuera", explica.

Instantes después el párroco se arranca por sevillanas aunque apenas hacen falta unos segundos para que los expertos descarten su participación. "No canta como los ángeles", reseña el rótulo del clip disponible en Youtube.

Pese a que la voz no estuvo de su parte, los linenses comentaron con cariño el episodio en las redes sociales y mostraron su apoyo al cura del mayor templo de la ciudad. Destacaron, por encima de todo, su bonhomía y también su arrojo para ponerse delante de las cámaras.

Un reconocimiento que demuestra el arraigo alcanzado por el párroco en apenas dos años en la ciudad. Pérez llegó a mediados de 2014 desde Conil, donde había ejercido en la iglesia de Santa Catalina, no sin que sus vecinos trataran de impedirlo. De hecho, los conileños recogieron firmas para pedir al obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, monseñor Rafael Zornoza, que se replanteara el traslado. Algo a lo que no accedió, para fortuna de los linenses.