La iglesia de la Inmaculada
siglo XIX La primera piedra de la iglesia parroquial fue colocada el 2 de mayo de 1879. Su construcción se acordó en 1873
EL 2 de mayo de 1879 el obispo colocó la primera piedra de la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción. Esta es su historia en forma de efemérides.
24 de abril de 1873. El ilustrísimo señor don Félix María Arriate y Llano, obispo de la Diócesis, preside la reunión en la que se acordó construir la iglesia parroquial de la Villa.
3 de julio de 1873. El Ayuntamiento de la Villa acordó pedir una iglesia parroquial independiente de la de San Roque.
30 de octubre de 1873. Decreto del Prelado de la Diócesis dando el titulo de Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción a la nueva iglesia de La Línea.
2 de mayo de 1879. El ilustrísimo señor obispo de la Diócesis, don Félix María Arriate y Llano, coloca la primera piedra de la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción de la Villa.
Mayo de 1879. Don Santiago Fernández Cano, presbítero, es nombrado cura ecónomo de la Parroquia de la Inmaculada.
29 de junio de 1879. Sesión extraordinaria de la Junta Parroquial presidida por el ilustrísimo señor obispo de la Diócesis para terminar la construcción de la iglesia.
8 de diciembre de 1879. Terminadas las obras de la Iglesia Parroquial de la Inmaculada el Ilmo. Sr. D. Jaime Catalá y Alboza oficia la primera ceremonia. El arquitecto que construyó la obra, Sr. Eudury, dirigió una carta al presidente de la junta indicando que cede en beneficio del fondo de la nueva iglesia los honorarios que le corresponde. La junta contesta dando al Sr. Eudury las más expresivas gracias por su magnífico gesto.
22 de mayo de 1880. Aprobación de la categoría de Curato de Segundo Ascenso a la Iglesia Parroquial, con reconocimiento de la Autoridad Civil.
Febrero de 1893. EI señor arcipreste ha recibido los modelos de las imágenes y del Santo Sepulcro que han de figurar en las procesiones de Semana Santa.
18 de marzo de 1893. Procedentes de Valencia, se han recibido en la iglesia parroquial las imágenes de Cristo Yacente, la Virgen y San Juan más dos preciosas andas con sus correspondientes farolas que han de lucirse en la próxima Semana Santa.
31 de marzo de 1893. A pesar de la intensa lluvia, que aclaró a las cinco de la tarde, salió de la iglesia parroquial la procesión de Semana Santa, todos los pasos, incluido la Urna del Señor que llego a última hora, son de riguroso estreno.
1898. En este año se terminan de construir la sacristía, archivo y otras dependencias de la iglesia con los recursos arbitrados en la tómbola y rifa durante la Velada (1897) y que fueron organizadas por el cura párroco don José Fernández Ramírez.
1 de marzo de 1900. Colocación del reloj de la Iglesia, propiedad del municipio, siendo alcalde don José Cayetano Ramírez Galuzo. De esta misma época datan la colocación de las campanas, aunque de las cuatro que forman el campanario, solamente dos de la parte inferior, tienen referencia histórica. En una de ellas se lee la siguiente inscripción: "José Japón Sevilla, Campo de los Mártires 6", y en la otra: "Se hizo siendo alcalde don Cayetano Ramírez Galuzo y cura y párroco D. Leandro Pandelo".
El origen de la feligresía de La Línea es a partir de la erección de aquella pequeña capilla construida por los militares probablemente en el siglo XVIII al amparo de la famosa Banqueta del Conde de Montemar, muy cerca de la batería llamada Principal enclavada en la Explanada (Plaza de la Constitución).
Algunos años antes de la Revolución de septiembre de 1869, y por acuerdo del entonces párroco de esta población, don José Mellado y del alcalde pedáneo de la misma, don Lutgardo López Muñoz, se extendió el radio que ocupaba la pequeña capilla de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, que se hallaba situada en uno de los ángulos de la que hoy lleva el nombre de Plaza de la Constitución. Como para llevar a cabo dicho ensanchamiento hubo necesidad de edificar sobre el primitivo cementerio (que radicaba en el atrio de dicha ermita), se determinó crear y se creo un nuevo cementerio en la parte Este de la población y en un arenal próximo a la antigua Huerta de Fava (Año 1899).
Esta capilla militar, en la que no cabrían cien personas, fue derribada poco después del 18 de diciembre de 1879, cuando se bendijo el nuevo y actual templo, si bien la aprobación civil se obtuvo el 22 de mayo de 1880. Las obras habían comenzado ya en 1873, cuando se creo la feligresía de La Línea, dependiente del Curato de San Roque, pero por falta de medios económicos quedó en suspenso la construcción hasta superadas las dificultades cobró nuevos bríos y se termino, bonita y colonial, costando algo mas de 45.000 pesetas. Hay que aclarar que la Sacristía y dependencias son del año 1898.
El solar para que se construyera el templo parroquial y un paseo fue donado por Don Juan Garesse Valarino, con la única condición -según opinión de los ancianos del lugar- de que cuando fallecieran el citado vecino y su esposa fueran enterrados en la misma iglesia. Aunque la familia sigue investigando sobre este hecho, consultando con mi amigo José Martínez Téllez, de Protección Histórica Linense (PHL), también cabe la posibilidad que no fuesen inhumados dentro de la parroquia, debido que en 1784 Carlos III dispuso que a partir de entonces los cadáveres no fueran inhumados en los templos. Sin embargo la aplicación de esta orden se dilató hasta la primera década del siglo XIX, tanto por las limitaciones presupuestarias de las administraciones parroquiales como por la resistencia de los feligreses. Otra información vox pópuli dice que esta iglesia parroquial se pretendió construir en la actual Plaza de Fariñas, terrenos que compró el obispo Calvo Valero con idea de edificar el templo en este lugar, proyecto que no se llevó a cabo, no se sabe por qué razón; el caso es que desde entonces se le llamo a ese lugar el Huerto del Obispo.
El importe de las construcciones que se emprendieron y de los gastos que se hicieron ascendió a más de nueve mil duros, de los cuales unos tres mil se recogieron de limosnas de los fieles, de suscripciones en la Diócesis y otros puntos de España, y con donativos hechos por el Sr. Catalá. La fábrica de la parroquia de San Fernando facilitó en préstamo la cantidad de cinco mil duros en calidad de reintegro. Al frente de tan importante obra estuvo el presbítero don Santiago Fernández Cano, que en mayo del mismo año 1879 había sido nombrado por el señor Cátala cura ecónomo de esta parroquia, debiéndose a sus muchos esfuerzos y desvelos la conclusión del edificio.
El templo fue bendecido el 8 de diciembre de 1879, y desde esa fecha se celebran en él las sagradas ceremonias del culto católico.
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