La Línea inicia la expropiación de 64 fincas para construir un nuevo vial de acceso al polígono del Zabal

El Ayuntamiento de La Línea de la Concepción ha dado el primer paso para desbloquear una de las actuaciones urbanísticas más importantes de la última década: la construcción de un nuevo vial de acceso que bordeará el polígono industrial del Zabal, junto al cementerio municipal. El Consistorio ha iniciado la tramitación de la expropiación forzosa de 64 fincas, necesarias para ejecutar esta conexión directa con la autovía A-383 y desdoblar el tramo de la carretera del Higuerón.

El expediente ha sido publicado en el tablón municipal de anuncios y se encuentra en información pública durante un mes, plazo durante el cual podrá consultarse en las dependencias del área de Urbanismo, de lunes a viernes en horario de oficina. En esta fase estarán disponibles todos los documentos técnicos, la relación de bienes y propietarios afectados y los informes correspondientes.

La operación, valorada en 1.580.000 euros, cuenta ya con consignación presupuestaria para atender las indemnizaciones a los propietarios. El Ayuntamiento ha optado por la vía de la expropiación directa, una fórmula que considera más ágil y viable que los convenios urbanísticos utilizados en intentos anteriores.

El objetivo municipal es culminar el proceso en seis meses, de modo que los suelos estén listos para su cesión a la Junta de Andalucía antes de que finalice 2025, según ha indicado el alcalde. La administración autonómica es la responsable de ejecutar las obras del nuevo vial, que permitirá liberar de tráfico la actual carretera del cementerio y favorecer el desarrollo del polígono.

Una demanda histórica desbloqueada

El desdoble del Higuerón es una reivindicación histórica en La Línea. Un primer proyecto fue redactado entre 2006 y 2008, pero quedó paralizado por falta de financiación. Entonces se intentó adquirir parte del suelo mediante convenios, sin éxito. Ahora, con el respaldo económico y técnico del Ayuntamiento, se abre una nueva etapa en la que se espera concluir todas las expropiaciones y tramitar los informes técnicos a lo largo de 2025.

Si se cumplen los plazos previstos y se incluye la financiación en los presupuestos autonómicos de 2026, las obras podrían arrancar ese mismo año, dando respuesta a una infraestructura largamente esperada por vecinos y empresarios de la zona.