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La clave es el diagnóstico

Afectados por la diabetes asisten en la Casa de la Cultura a una conferencia sobre esta enfermedad organizada por la asociación local que preside Francisco Pedrosa

El doctor Jorge García, durante la jornada celebrada ayer en La Línea.
A. Muñoz / La Línea

09 de abril 2008 - 01:00

La prevención es una de las armas más potentes para curar las enfermedades. Para la diabetes, también. Así lo explicó el endocrino del hospital del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de La Línea, Jorge García Pérez, ayudado por las enfermeras de su equipo Marisa y Teresa, durante la Jornada de Diabetología organizada por la Asociación de Diabéticos que se celebró durante la tarde de ayer en la Casa de la Cultura, que fue seguida por un gran número de asistentes.

El doctor arrojó datos sobre el número de personas afectadas por esta enfermedad y destacó que se trata de un mal cuyo crecimiento está siendo muy significativo en los últimos años. Así, en 2003 había 194 millones de diabéticos en el mundo, cifra que ascendió en 2005 a 334 millones. En cuanto a datos andaluces, uno de cada 200 habitantes de la comunidad autónoma tiene diabetes del tipo 1, y el 10% de la población sufre el tipo 2. El facultativo destacó además que la provincia de Cádiz ocupa el tercer puesto entre todas las provincias andaluzas en cuanto al número de personas con problemas de tolerancia a los hidratos de carbono, con 30.579 diabéticos en 2002.

Durante la presentación, titulada Diabetes para todos, los asistentes pudieron conocer qué es la diabetes, sus tipos y su tratamiento. El problema radica en el páncreas, que segrega una hormona, llamada insulina, que permite la entrada de la glucosa ingerida en las células. Si se segrega o no esta hormona, o si actúa correctamente en su cometido explica los distintos tipos de enfermedad que existen.

En este sentido, Jorge García aclaró que el tipo 1, que afecta a un cuarto del total de los diabéticos, suele ser la que más se repite entre la gente joven, normalmente varones, de constitución normal o delgada y que presentan síntomas evidentes de la enfermedad -beben más agua de lo normal y pierden peso sin explicación aparente-, por lo que su diagnóstico suele ser más fácil, sus raíces son normalmente más inmunológicas que hereditarias y sus efectos, más agudos.

Por otro lado, el experto detalló que el tipo 2 suele afectar a personas mayores de 40 años, normalmente por causas hereditarias y que supone el grupo más numeroso, ya que lo forman las tres cuartas partes de los diabéticos. Este tipo no suele tener síntomas tan llamativos y por ello su descubrimiento suele ser fortuito. La clave en el éxito de su tratamiento está en que se diagnostique en el momento correcto. Este tipo no es tan agresivo como el primero, la dieta y el ejercicio suele ser fundamental para su control y se suele controlar con pastillas. Por otro lado, el tipo 3 es el que afecta temporalmente a las mujeres embarazadas, y el tipo 4 es el que tiene que ver con defectos genéticos.

Las pruebas específicas para detectar este mal formaron también parte de la conferencia de ayer. Acompañado de una presentación de diapositivas en su discurso, Jorge García detalló cuáles son los niveles de glucemia en sangre que indican este padecimiento, y también los órganos que suelen sufrir los efectos de la enfermedad.

La concejal delegada de Sanidad, Rosario García, fue la encargada de inaugurar la conferencia, a la que también asistieron otros representantes de la oposición.

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