La XIII Noche Carnavalesca no defrauda a los aficionados linenses

La XIII Noche Carnavalesca de la Asociación Sociocultural de Trabajadores Españoles de Gibraltar (Ascteg), celebrada el pasado sábado en el patio del complejo educativo Ballesteros, fue todo un éxito.

Y es que era una noche muy esperada por todos los carnavaleros de la ciudad. Asistieron unas 500 personas para ver a las mejores agrupaciones del carnaval de Cádiz.

El acto dio comienzo a las once de la noche con la actuación del primer premio de chirigotas del concurso de agrupaciones gaditano, Salón de Belleza El tijeritas, de Manuel Álvarez Seda y Enrique García Rosado, Kike Remolino.

Después de cantar el repertorio de este año, la agrupación interpretó algunas de las letras de Los Pitorrisas, chirigota que les hizo ganar el primer premio en 2008.

A continuación llegó el turno de la comparsa de Joaquín Quiñones, La pensadora Gaditana. Esta agrupación deleitó al público linense con unas letras cargadas de poesías y piropos a la capital de provincia. Además, terminó su actuación cantando la antología de la comparsa.

Tras esta gran apertura llegó el primer descanso para que los asistentes pudieran tomarse un respiro mientras se preparaba la siguiente agrupación.

Los Mákinas, de José Antonio Vera Luque, se encargaron de abrir la segunda parte de la noche. Tras ellos llegó el turno de la comparsa La factoría, de Luis Manuel Rivero Ramos bajo la dirección de Francisco Javier Trujillo, Catalán.

Después del segundo descanso, Esta chirigota vende, de Juan Manuel Braza Benítez, El Cherif, se encargó de hacer reír al público con sus tradicionales diálogos de escena y con un repertorio cargado de gracia y simpatía.

La Mare que me parió, del famoso y aclamado Antonio Martín, se encargó de poner el broche de oro a una noche que acabó bien entrada la madrugada, pues fue en torno a las seis cuando se dio por concluida un año más la Gran Noche Carnavalesca de La Línea.

Esta agrupación hizo disfrutar durante todo su repertorio al público y sus integrantes se emplearon a fondo para deleitar a la afición linense, que estuvo presente hasta el último momento.

El público, a pesar de ser menos que en años anteriores, se entregó por completo a las agrupaciones e hizo que los que estaban encima del escenario interpretaran su repertorio como si estuvieran en casa.

Al final de cada actuación, Ascteg hizo entrega a las agrupaciones de una placa en recuerdo de su participación en el acto.

500