La oficina del SAE, insuficiente para los servicios y los usuarios que atiende

La oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), dependientes de la Junta de Andalucía, no reúnen las condiciones adecuadas para la cartera de servicios que presta, el número de trabajadores que tiene adscritos y los demandantes de empleo y parados que atiende. Así lo denunció el sindicato CSIF, que aseguró que las carencias de estas oficina "son inaceptables" debido a la falta de espacio y la falta de mantenimiento que reciben.

Luis Miguel Bejerano, del sector de Administración autonómica del CSIF, denunció que son muchas las carencias tras comprobarlo in situ esta misma semana en una visita que giró a estas dependencias.

La oficina, situada en la confluencia de la calle Clavel con Zaragoza, tiene 20 años y antes pertenecía al Instituto Nacional de Empleo (INEM) hasta que en el año 2003 las competencias en esta materia fueron transferidas del Gobierno central a la Junta de Andalucía.

Se trata de una oficina de unos 120 metros cuadrados en las que el SAE, para el que trabajan 12 personas, comparten espacio con los del Servicio Estatal de Políticas de Empleo (SEPE), cuyos empleados son 8. Estos últimos están hacinados en una superficie de 25 metros cuadrados y los del SAE, en el resto de la oficina a excepción del despacho de dirección, según explicó este sindicato.

Además del hacinamiento de los trabajadores, las instalaciones se quedan pequeñas para el número de usuarios que acude a las mismas a diario, unas 400 según indicó el CSIF. De hecho, en muchas ocasiones las colas llegan hasta la calle y rodean el edificio.

"No hay sala de espera y la falta de espacio no garantiza la intimidad de los usuarios, ya que tienen que ser atendidos en mesas casi pegadas", apuntó Bejerano.

"Mientras que en el año 2005 había 4.000 parados en La Línea, ahora hay casi 12.000. El número de servicios también ha aumentado y este edificio se ha quedado pequeño. No se puede ofrecer un servicio de calidad y resulta incómodo y estresante para el personal", explicó.

Pero no es éste el único problema, según explicó el sindicalista del CSIF. "Hay tres arquetas que en alguna ocasión se han atascado y han vertido aguas fecales dentro de la propia oficina. Hay paredes en las que se filtra el agua cuando llueve, cables por todos sitios, las losetas del baño se caen y el aire acondicionado no funciona y no hay ventanas y, por tanto, tampoco ventilación, lo que da una idea de lo que tienen que soportar trabajadores y usuarios cuando entra el calor", dijo.

Otra demanda es que no hay almacén en el que guardar los impresos, por lo que estos son apilados en cajas en el suelo. Además, el CSIF denunció que por los conductos del aire suelen caer insectos a las mesas de los trabajadores y a los usuarios.