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El PP también rescatará a Fernández Pons

La marcha de Alejandro Sánchez del panorama local alumbra la unificación de las diferentes facciones del partido · Tras el congreso, en febrero, los conservadores negociarán con IU su asalto a la Alcaldía

Fernández Pons (izquierda), junto a Alejandro Sánchez en una imagen de archivo.
Rubén Almagro / La Línea

23 de octubre 2012 - 01:00

El Partido Popular de La Línea inició el sábado, con la creación de una comisión de dirección bendecida por el presidente provincial Antonio Sanz y encabezada por uno de los históricos de dicha formación en la ciudad, Eloy García Moreno, un giro radical en la conducta que mantiene desde que, pese a obtener más votos que cualquier otra formación en las últimas elecciones, fuese desbancaso del gobierno local. Ese nuevo escenario quedará formalizada a finales de esta misma semana, cuando dicho grupo de trabajo, que conducirá al partido hacia su próximo congreso, quede constituido.

El proceso tiene cuatro objetivos, que son, por este orden, unificar las diferentes sensibilidades que existen al día de hoy, muy distantes entre sí: elegir a un presidente que aglutine voluntades; llevar a cabo una oposición fuerte -hasta ahora casi inexistente- y, por último, recuperar la Alcaldía que ocupa la socialista Gemma Araujo. Mejor pronto que tarde.

Sanz señaló el sábado a García Moreno como el encargado de conducir al PP hacia su congreso -previsto para finales de enero o principios de febrero de 2013- porque debido a su edad, su trayectoria y su evidente falta de ambición para ocupar cargos municipales remunerados, se antoja el hombre de paz que podrá promulgar el estado de excepción interno y convencer a todas las facciones para que antepongan la necesidad que tiene la ciudad de un partido fuerte a intereses de cualquier otra naturaleza.

La primera piedra para que esa metamorfosis se produzca ya está puesta y no es otra que la marcha del hasta ahora número uno Alejandro Sánchez a Madrid para enrolarse en el Ministerio del Interior. Aunque, por supuesto, ninguno de sus compañeros vaya a confesarlo públicamente, el exalcalde se había convertido en el principal obstáculo para la unificación de voluntades. Tanto que muchos afirman que salió cinco minutos antes de ser devorado por la estructura interna, cansada de que se preocupase más por acelerar su propia carrera fuera de La Línea que por regresar a la Alcaldía. Con el consiguiente perjuicio para los conservadores linenses.

Con Alejandro Sánchez apartado del escenario, la prioridad del PP es encontrar un relevo en la presidencia local. Son innumerables los dedos que señalan al exalcalde José Antonio Fernández Pons como la figura más idónea, aunque a estas alturas no se pueda hablar siquiera de que exista un candidato y es muy probable que acabarán por aparecer otros nombres.

Incluso antes de que nuevo mandatario local sea designado, el PP entiende que habrá llegado el momento de endurecer la oposición al gobierno de Gemma Araujo, a la que muy pronto van a empezar a recordarle un día sí y otro también que si puede pagar las nóminas corrientes es única y exclusivamente por la aportación que le llega de una Diputación que está en manos de los populares.

Ese endurecimiento del talante será sólo un aviso a navegantes. De manera simultánea el PP reiniciará los contactos con IU encaminados a llegar a un acuerdo para seleccionar un candidato, un proyecto -anteponiendo ambos la encrucijada en la que unos y otros reconocen que se encuentra la ciudad a los legítimos intereses particulares- y formzarlizar un voto de censura.

En ese apartado también ha sido determinante la marcha de Alejandro Sánchez, condición que exigía Izquierda Unida siquiera para sentarse a escuchar las propuestas populares.

En el PP nadie descarta, también, un acercamiento con el PA, cuyo número dos, Juan Carlos Villalba, ya formó parte de la corporación que presidió José Antonio Fernández Pons, pero dados los estrechos lazos que unen en estos momentos a los andalucistas y al PSOE, con el que compaten equipo de gobierno, también es cierto que se entiende casi con un brindis al sol.

PP e IU necesitarían un voto más para poder lograr el desembarco en la alcaldía, el del concejal díscolo Pepe Infante. Éste es el tercer apartado allanado por la desaparición de Alejandro Sánchez del mapa político local. La salida del PP del presidente de Amantes de la Copla tuvo más de diferencias personales con Sánchez que de verdaderas raíces políticas. Su regreso está prácticamente descartado, pero, en absoluto, su respaldo a una iniciativa de esas características que encabece el grupo que lo incluyó en su última lista.

El tiempo ha empezado a correr.

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