La Línea no cumple el protocolo de colocación de banderas

El protocolo de colocación de banderas, principalmente la de España, no se cumple del todo en La Línea. La colocación de la enseña, junto a la de la comunidad autónoma de Andalucía y la de la ciudad, no es un mero capricho o una cuestión de imagen, sino que su uso está regulado por la Constitución Española.

La Carta Magna establece, en su artículo 4.2, que las banderas y enseñas propias de las comunidades autónomas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales. Y la ley 39/1981, de 28 de octubre, por la que se regula el uso de la bandera de España y el de otras banderas y enseñas, dispone, en su artículo 3.1, que la bandera de España deberá ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial (o insular) y municipal del Estado. También señala que la bandera propia de las comunidades autónomas debe de ondear junto a la bandera de España en todos los edificios públicos civiles del ámbito autonómico, al igual que las enseñas de los ayuntamientos.

Esta ley tiene especial importancia para muchos, que consideran que en un lugar fronterizo como La Línea debe hacer una ostentación pública de la españolidad del territorio, como sucede con Gibraltar, donde a cada paso que se da se puede ver una bandera gibraltareña o la famosa Union Jack del Reino Unido.

Haciendo un recorrido por La Línea desde la frontera se puede apreciar que el puesto fronterizo ondea una grande enseña rojigualda. Pasando por el Bulevar llegamos a la plaza de la Constitución. En la rotonda hay un enorme mástil que supuestamente debería sujetar una bandera de grandes dimensiones, pero el palo lleva meses sin ninguna enseña. El año del centenario de la Balona, en 2012, una gran bandera albinegra presidió esa rotonda, punto por el que pasan muchas personas a lo largo del día.

En esa misma plaza se encuentra el edificio del Istmo. En su día fue una importante comandancia militar y ahora se usa como biblioteca, sede del archivo municipal y sala de exposiciones. Aún así en su exterior hay cuatro mástiles que sujetan las enseñas de Europa, España, Andalucía y La Línea. Junto al edificio, dan gran vistosidad y conforman una postal típica de la ciudad. En esta misma plaza en la fachada de la oficina de Correos ondeaba una bandera de España, pero desapareció con el tiempo.

De la plaza de la Constitución a los Jardines Saccone. En lo alto del futuro museo Cruz Herrera también ondean las banderas europea, española, andaluza y linense a pesar de que el edificio se encuentra aún sin uso, a excepción de su parte trasera, donde está el salón de plenos. Sin embargo, en el edificio conocido como el Champiñón, que ahora alberga las dependencias del Consistorio, no hay ninguna bandera. También es cierto que su diseño no facilita su instalación. Tampoco hay enseñas en los mástiles que hay en la entrada del conservatorio Muñoz Molleda, cuando hace unos años sí que estaban.

Otra instalación de responsabilidad municipal que carece de banderas es la jefatura de la Policía Local, en la que los mástiles lucen desnudos. Sí que ondea la rojigualda en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. También puede verse la bandera de Andalucía y la de España en los juzgados de la avenida Menéndez Pelayo. Cerca de allí, en la calle Clavel, la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo también cuenta con sus mástiles y respectivas banderas; sin embargo, a las puertas del teatro La Velada están los mástiles sin sus enseñas.

Mención aparte puede hacerse de una entidad privada como el Círculo Mercantil, que en plena calle Real muestra las banderas de España, Andalucía y La Línea, siguiendo el protocolo de forma perfecta.