El parqué
El mercado se recupera
El colegio Pablo Picasso de La Línea cumple este año 25 años de vida y recientemente lo ha conmemorado con una serie de actividades en la se ha implicado toda la comunidad educativa del centro.
La historia de este colegio no es otra que el crecimiento de la población del municipio linense, que comenzó a repuntar en torno a 1970 tras un importante bajón durante toda la década de los 60. El origen del colegio Pablo Picasso tiene su germen en el conocido popularmente como Colegio Guadiaro, que fue construido en 1966 y formaba parte del Grupo Escolar Nuestra Señora del Carmen. Después de la llegada de la democracia y tras la firma de los Pactos de la Moncloa en 1977, durante la Transición, se construyó el Colegio Nacional Antonio Machado.
De esta manera los edificios de los colegios Guadiaro y Levante pasaron en ese momento a ser dependencias del nuevo centro educativo y así permanecerían hasta el año 1989, durante más de una década.
En todo ese tiempo la población de La Línea siguió creciendo, por lo que este conjunto de edificios escolares continuó asumiendo más y más alumnos. Así, ante el elevado número de estudiantes y profesores, además de la creciente demanda de puestos escolares existentes en la zona, hacen ver a las autoridades educativas la necesidad de plantearse la segregación del edificio Guadiaro, levantado en 1966, mediante la construcción de un nuevo aulario y la ampliación de la zona del recreo.
Así nace un nuevo colegio de Educación General Básica, el Colegio Público Pablo Picasso, que empieza su andadura en el curso 1989/90. Comenzó con una serie de servicios básicos para la comunidad educativa, pero de forma paulatina se fueron realizando diversas mejoras en su infraestructura. Desde la autoridad educativa se le habilitó un salón de actos, se adaptaron diversas dependencias, se construyó un nuevo patio trasero hacia Los Rosales... entre otras comodidades para estudiantes y profesores.
La implantación de la LOGSE en La Línea transforma el colegio Antonio Machado en Instituto de Educación Secundaria Obligatoria y el Pablo Picasso pasa a ser Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP), por lo que se ve obligado a absorber gran cantidad de alumnos y profesores del Antonio Machado, para lo que la Consejería de Educación efectúa unas serie de obras de relevancia para ampliar sus dependencias que prácticamente duplican las existentes hasta ese momento.
Fueron unos meses bastante complicados para la comunidad educativa, que tenía que convivir entre clase y clase con estos trabajos en torno al año 2000.
Cuando se inicia el curso escolar 2000/01, prácticamente la mitad del alumnado y del profesorado del Antonio Machado ya se había incorporado a este colegio, pero las obras no habían finalizado aún. De hecho, cuatro unidades de Infantil se quedaron en el edificio Levante y en el salón de usos múltiples del Pablo Picasso se habilitaron otras cuatro unidades de forma provisional que estaban separadas por unos paneles para delimitar cada una de las aulas. Esa separación era solamente visual ya que los paneles tenían poca altura y no existían puertas entre las clases. Así que los profesores se tenían que turnar para explicar, ya que las voces de unos y otros se mezclaban y era imposible entenderse.
Por lo tanto fue un acierto la decisión de construir el segundo edificio exactamente igual al que ya existía. Los técnicos plantearon el proyecto del tal manera que una vez finalizado, ambos se pudiesen unir también internamente a través de sus pasillos. El alicatado interior y el diseño de las aulas también se hicieron de la forma más parecida posible a las ya existentes. Todos estos detalles hacen que parezca que el centro escolar conste de un un único edificio.
Actualmente el entorno del Pablo Picasso es muy parecido al que quedó tras la finalización de las obras. El colegio cuenta con seis unidades de Educación Infantil, 12 de Primaria, un aula de Pedagogía Terapéutica, otro aula de Audición y Lenguaje, un gimnasio (en el salón de usos múltiples), una sala de audiovisuales, la biblioteca, un comedor escolar, un aula de informática y varias tutorías. En definitiva, un equipamiento completo y moderno para un centro de esta configuración.
El Pablo Picasso ya tiene un cuarto de siglo, pero está listo para cumplir muchos más años.
También te puede interesar
Lo último
El parqué
El mercado se recupera
No hay comentarios