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Avenida Ménéndez Pelayo (II)

A través del tiempo

Siglo XX. El Colegio Salesianos, inaugurado en 1958, llegó a superar los 600 alumnos entre EGB y Bachillerato durante la década de los setenta

Luis Javier Traverso

04 de octubre 2015 - 13:04

CONTINUANDO con la Avenida Menéndez Pelayo nos centramos en el Mercado de Mayoristas el cual hacía esquina en la entrada de la avenida, construido en los terrenos de la antigua Huerta de Fava. Fue inaugurado en el mes de septiembre de 1958, siendo alcalde de este Ayuntamiento Alfonso Cruz Herrera. En el acto de inauguración intervinieron también el entonces gobernador militar del Campo de Gibraltar, Camilo Menéndez Tolosa y gobernador civil de la provincia Antonio Soler Baus, así como otras autoridades locales. La bendición correspondió al Padre Miguel. Este Mercado de Mayoristas, en principio proyectado como Mercado Central de Abastos, fue destinado más tarde a los mayoristas por su amplia facilidad de espacio y , como sabemos, en la actualidad se encuentra ubicado en el Polígono del Zabal.

Cuartel de la policía nacional

En el llano donde hasta el año 1906 existiera el Cementerio de La Línea y en 1932 fue construido el Grupo Escolar, donde también estuvo la Parroquia de Santiago Apóstol, en la misma esquina y con fachada principal mirando a la Avenida Menéndez y Pelayo, se edificó en el año 1968 el nuevo cuartel de la Policía Nacional y Comisaría de Policía.

Colegio salesianos

En el mismo día en que se inauguro el Mercado de Mayoristas, septiembre de 1958 también se inauguró el Colegio Salesiano San Juan Bosco, siendo director del mismo Luis Hernández Ledesma. Comenzó el Colegio Salesiano a funcionar con 200 niños matriculados, pasando en los años 70 de los 600 alumnos comprendidos entre la Enseñanza General Básica y el Bachillerato Elemental.

El edificio del colegio siempre ha contado con modernísimas instalaciones, desde el salón de actos, que cuenta con escenario de teatro, hasta comedores y capilla, además de otras instalaciones deportivas, campo de fútbol de 85 por 55 metros, dos canchas de baloncesto, dos de minibasket, una de voley-ball, una pista de carreras, fosos para saltos de longitud, triple y altura y dos pistas de tenis.

En fin un gran colegio de la obra salesiano que desde el año 1958 viene realizando una formidable labor educacional en nuestra ciudad.

GRUPO escolar huerta fava

En En esta misma parcela donde estuvo la Huerta de Fava, se convirtió en zona de centros educativos junto a la Escuela de Aprendizaje Industrial, se construyo al cumplirse los 25 años de Paz en el año 1964 el Grupo Escolar Mixto Huerta de Fava, cuyo director era José Tabaré Diez. Se puede decir que en el aspecto escolar y educativo el Barrio de San Bernardo tiene una gran suerte, al contar con estos estupendos centros de enseñanza a diversos niveles.

En pocos años, esta parte de la ciudad convertida en arenales, chumberas y cañaverales entre los que abundaban los vacies de basura, se transformaría en un lugar agradable en una hermosa zona urbana y residencial, que comprende el gran cuadrado de las calles General Mola, Pinzones, y las Avenidas de Menendez y Pelayo y María Auxiliadora. El Barrio de San Bernardo en 1914 era un barrio donde sólo había huertos, barracas y alguna que otra casa de mampostería. Lo que hoy es una amplia y bien asfaltada avenida, sólo era un camino de arena que ya comenzaba a convertirse en carretera de barro.

Entre los Huertos se encontraban el de “La Genovesa” “Señor Manuel capataz de la Huerta de Fava”, “Magdalena”, “Beneroso”, “Pepe Napóle”, “Juan Mata”, ‘Antonio García”, “La Rubia”, “Blanco”, “Campito”. “Cantizano”, “Juan Voto” y “Huerto de la “Retama”.

En cuanto a los lugares y comercios se encontraban, por ejemplo: En el lugar donde estuvo el Garaje España y después Cooperativa Hortizabal, era el corral de don Cayetano Palma, en este lugar se criaban cerdos y vaciaban la basura los carros del servicio publico, luego paso de la “Viña Perdida” un gran llano frente al Hospital.

En la esquina de la calle Pinzones, estableció en 1923 la señora Nicolasa, abuela de Francisco Colon un puestecito. En el local donde estaba el Salón Recreativo Linense, fue el Café de Luis –que fue alcalde del Barrio en 1936– y luego se convirtió en tienda de comestibles de “Camilo”, al lado el patio de la “Currona” donde había una escuela de niñas de la “Antequerana”. En este mismo patio y dando a la carretera, había una carbonería de “Rafael” y “El Terremoto” tienda de comestibles.

Junto a este patio estaba la “Barbería de Enriquito”, y la casa de la “Francesita”; en este lugar existió un pozo de agua de Carrillo de donde se suministraba agua a la ciudad, lo mismo que los de la calle Santa Ana.

Enfrente el Huerto de don Francisco Pons donde había un juego de bolos, este huerto ocupaba el terreno desde el puesto de Recova de Jerónimo, hasta el almacén de Puya. Otro lugar desaparecido, porque se convirtió en calles con sus viviendas, era el llano de arena frente al huerto de la Rubia, donde una Cooperativa de Jerez a la que pertenecían 30 socios de La Línea construyó dos viviendas, que fueron sorteada entre los socios tocándole a un sastre llamado Baldomero, desde entonces las gentes le decían a este lugar el “llano del sastre”.

VIÑA PERDIDA DE DON CAYETANO PALMA

Desde la calle Pavía, que en un tiempo se llamó “Villacampo” hasta muy cerca de la caseta del “consumo” emplazada frente al lugar que hoy ocupa el Hospital del SAS, existía un gran llano de arena cubierto de conchas marinas, restos de animales y miles de latas de conservas, varias ya ennegrecidas por el sol y el agua a lo largo de los años.

Este extenso arenal, abierto a los vientos del mar de Levante lindando con el “Conchal”, cambió totalmente de suerte cuando en el año 1945 la Obra Sindical del Hogar comenzó a construir la actual barriada, primeramente viviendas de un solo piso, y más tarde de varías plantas. Pues bien, este desértico paraje fue en tiempo una hermosa viña propiedad de Cayetano Ramírez, se convirtió en el basurero municipal, de ahí el motivo de tantos botes de conservas vacíos y tantos huesos de animales esparcidos por las arenas (en estos lugares se enterraban los cuerpos de los pobres caballos sacrificados en nuestro coso taurino).

Esta llanura de arenas ardientes sufrió los efectos de las arenas que los fuertes vientos de levante acumulaban sobre su firme donde adquirían proporciones de verdaderas dunas, que interrumpían, el paso de los carruajes durante largos meses, hasta que la limpiaban, pero como la fina arena que venía de la playa no encontraba ningún obstáculo en su camino estas volvían otra vez a cortar la carretera.

Continúa el domingo próximo

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