El primer envío de piedras para los rellenos llega en barco desde Portugal
No lo trae el buque que estaba previsto, sino otro con bandera del Peñón escoltado por la Royal Navy
El carguero de bandera gibraltareña Fehn Mirage atracó ayer en un muelle de cruceros del puerto de Gibraltar con una carga 2.700 kilos de piedras compradas por el Gobierno gibraltareño para continuar con los rellenos denunciados por España en la zona de Sandy Bay.
El barcó arribó hacia las 14:00 horas y ya han comenzado las operaciones para la descarga y el transporte con camiones de las piedras a la cara este. El buque no pudo atracar más cerca de donde se desarrolla la obra por problemas de calado.
El Fehn Mirage partió ayer desde un muelle privado de la empresa portuguesa Sofareia (Sociedade Farense De Areias, S.A.) en el puerto de Faro (Portugal), adonde se encontraba atracado mientras cargaba el primer envío de piedras, de 300 y 1.000 kilos, que el Gobierno de Gibraltar ha comprado a la compañía portuguesa para poder proseguir los trabajos de rellenos.
La llegada del barco, un carguero con una capacidad de 61 toneladas, hubiera pasado inadvertida en la zona -dado que estaba previsto que fuera otro barco, el Hamal, que sigue atracado en Faro, el que transportara la carga para las obras- a no ser porque en su entrada en la Bahía estuvo escoltado por una patrullera de la Royal Navy, según relataron testigos presenciales.
Esta operación fue llevada a cabo por el Gobierno que dirige Fabian Picardo después de que el Ejecutivo español prohibiera el pasado verano la entrada por la frontera de camiones que transportaran piedras o áridos procedentes de España para las obras de relleno de Gibraltar en la zona de Sandy Bay, donde está en proyecto un gran centro turístico con hoteles, viviendas, un casino e incluso una playa de lujo que será regenerada a partir de los restos de la que queda allí.
Picardo anunció entonces que recurriría a otros frentes para conseguir el material, algo que inició hace meses con Marruecos pero que resultó fallido por varios problemas, entre ellos políticos y de logística .
Finalmente, la operación se cerró -según reveló Europa Sur- con una empresa portuguesa que ya ha trasladado parte de la mercancía contratada al puerto gibraltareño.
Gibraltar construye dos espigones en la zona de Sandy Bay, en la cara este del peñón, para proteger esta zona de las embestidas del oleaje e incluso se plantea instalar un muro submarino ante las grandes corrientes que hay en la zona.
Se encarga de los trabajos la empresa constructora holandesa Van Oord. Sofareia debe entregarle en los próximos meses un total de 20.000 toneladas de piedra entre 300 y 1000 kilogramos y 20.000 toneladas de piedra entre 3 y 6 toneladas, además de 7.000 toneladas de grava de 40/125 milimetros.
España se opone a estas obras al entender que dañan el medio ambiente marino, y que se realizan en el interior de la Zona de Especial Conservación (ZEC) declarada sobre este área por el Gobierno español. La Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea acaba de admitir la denuncia presentada a mediados de junio por Verdemar-Ecologistas en Acción a este respecto.
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