Del IRA a Al Qaeda: la historia de los ataques frustrados sobre Gibraltar con la ayuda de España

Las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia españoles han evitado al menos tres atentados terroristas o militares en el Peñón desde 1988

De El Khazzani a El Hadouchi: cuando la lucha contra el terrorismo yihadista llegó al Campo de Gibraltar

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía durante el registro de una vivienda de La Línea en 2012..
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía durante el registro de una vivienda de La Línea en 2012..

Gibraltar no recibe un ataque directo, ya sea terrorista o militar, desde la Segunda Guerra Mundial. Los últimos fueron los bombardeos de la Fuerza Aérea Italiana entre 1940 y 1942 y los torpedos humanos de la Decima Flottiglia MAS de la Armada del mismo país entre 1940 y 1943. Pero que el Peñón no haya sido agredido desde entonces no quiere decir que nadie lo haya intentado. Al menos en tres ocasiones la sombra de un ataque planeó sobre la Roca y fue disipada gracias a la actuación de las Fuerzas de Seguridad españolas, lo que sirve de argumento para los que defienden la importancia de la cooperación policial a ambos lados de la Verja para mantener la seguridad, el control fronterizo y la creación de un área prosperidad compartida. Especialmente tras el acuerdo de junio de 2025 que plantea integrar a Gibraltar en el espacio Schengen, eliminando la verja física y facilitando el tránsito. Para ello es clave crear un nuevo marco de intercambio de información y colaboración policial y aduanera que aborde el crimen organizado y el blanqueo de capitales.

"Al margen de las posiciones políticas a ambos lados siempre ha habido una cooperación estrechísima entre los respectivos servicios de inteligencia", afirma el abogado y profesor del área de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz, el gibraltareño Charles Gómez, quien asegura que los ataques frustrados han sido cinco, aunque las fuerzas de seguridad jamás han aireado los detalles de dos de ellos. Los que sí se conocen ocurrieron en 1988, 1982 y 2012.

Operación Flavius (1988)

La Operación Flavius fue una acción contrainsurgencia del Servicio Aéreo Especial británico (SAS) en Gibraltar el 6 de marzo de 1988, en la que tres miembros de la Provisional Irish Republican Army (IRA) —Seán Savage, Daniel McCann y Mairéad Farrell— fueron abatidos tras ser interceptados por soldados en el Peñón. Se creyó que planeaban colocar un coche bomba contra fuerzas británicas durante una ceremonia militar. La versión oficial británica sostuvo que los tres estaban preparados para detonar un explosivo, pero luego se estableció que estaban desarmados y el vehículo no contenía bomba.

Los servicios de inteligencia británicos (MI5/MI6) colaboraron durante meses con la Policía Nacional española para rastrear a los miembros del IRA en España y determinar sus movimientos. Hasta 22 agentes españoles participaron en labores de información y vigilancia, facilitando datos sobre los desplazamientos hacia Gibraltar y recibiendo felicitaciones oficiales del Ministerio del Interior español. Sin embargo, la policía española señaló que el comando había dejado la Costa del Sol sin armas ni explosivos, generando divergencias con la versión británica. Esta colaboración formaba parte de una relación previa de intercambio de información sobre grupos terroristas como IRA y ETA, aunque la verificación sobre la carga explosiva no estaba completa.

En septiembre de 1988, durante la investigación judicial en Gibraltar, se consideró que un inspector español podría declarar para aclarar lo ocurrido en España, pero las implicaciones diplomáticas dificultaron la comparecencia. Tras la operación, un jurado en Gibraltar dictaminó que el uso de fuerza letal fue legal según la ley local, aunque en 1995 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que hubo violación del artículo 2 del Convenio Europeo de Derechos Humanos por no haberse intentado detener a los sospechosos antes del uso de fuerza letal, haciendo casi inevitable el desenlace.

Operación Algeciras (1982)

Durante la Guerra de las Malvinas, la Armada Argentina planeó un ataque encubierto contra buques británicos en el puerto de Gibraltar, conocido como Operación Algeciras, que nunca se ejecutó. El objetivo era debilitar la capacidad naval británica en el Mediterráneo y desviar atención de la flota en el Atlántico Sur, mediante minas submarinas y buzos.

La operación fracasó por un incidente relacionado con el alquiler de vehículos, que levantó sospechas y provocó la detención del comando por el Cuerpo Nacional de Policía. El capitán intentó justificar su condición de oficial argentino, pero no fue creído y el grupo fue arrestado. Finalmente, el presidente español Leopoldo Calvo Sotelo ordenó reservar asientos en su vuelo charter para que los cuatro argentinos regresaran a Buenos Aires, escoltados por agentes españoles.

Al-Qaeda (2012)

En agosto de 2012, autoridades españolas detuvieron a tres sospechosos relacionados con Al Qaeda, presuntamente planeando un ataque contra Gibraltar. Se trataba de Cengiz Yalçın, ciudadano turco residente en La Línea, y dos hombres de origen ruso/checheno, Eldar Magomedov y Muhamed Ankari Adamov. Tras seguimiento en el sur de España, se incautó material informático, documentación técnica y manuales sobre aviación ligera y sistemas de vuelo, lo que generó sospechas sobre un plan de atentado aéreo, posiblemente contra un lugar concurrido en Gibraltar, aunque sin confirmación oficial.

Los detenidos fueron puestos a disposición de la Audiencia Nacional, que investigó el posible delito de terrorismo internacional. Paralelamente, las autoridades británicas reforzaron la seguridad en Gibraltar, sin que se hallaran explosivos ni armas listas. En marzo de 2013, la causa fue archivada por falta de pruebas concluyentes y los detenidos quedaron en libertad, con medidas administrativas de expulsión para los extranjeros.

Otros intentos

En mayo-junio de 2002, autoridades marroquíes arrestaron a tres islamistas vinculados a Al-Qaeda por planear ataques en el Estrecho de Gibraltar, sobre todo dirigidos contra buques de guerra británicos y estadounidenses que transitaban por esta vía estratégica. Los implicados -los saudíes Abdullah al-Ghamdi e Hilal al-Assiri, liderados por Zuher al-Tbaiti— confesaron el plan, que incluía ataques con embarcaciones suicidas cargadas de explosivos. Fueron procesados y condenados en Marruecos en 2003.

En 2017, durante los atentados de Cataluña, cuentas vinculadas al grupo Estado Islámico difundieron un mensaje amenazando a Gibraltar, incluso con referencias extremas como un supuesto ataque nuclear o “recuperar Al-Ándalus”, aunque las autoridades de Gibraltar y el análisis de inteligencia británico consideraron esta amenaza no creíble.

stats