La Línea recuerda a los italianos de la Decima Flottiglia MAS: contra la mentira, la manipulación y la propaganda
Tribuna abierta
El autor defiende el acto que se celebrará este domingo en honor a los tres buzos fallecidos durante la II Guerra Mundial, en 1942, en la bahía de Algeciras, miembros de la Marina italiana a los que el Gobierno democrático de la posguerra ya exoneró de cualquier relación con el fascismo
La Línea conmemora este domingo a tres marinos italianos muertos en la Segunda Guerra Mundial en aguas de la Bahía
Sin duda, vivimos en unos tiempos de nuevos inquisidores, odiadores de esos de los que hoy llaman haters y Torquemadas de medio pelo. Malos tiempos por tanto para informadores, filósofos e historiadores, libre pensadores y comprometidos con la verdad en cada uno de sus ámbitos. Y una buena prueba de ello es lo que viene a continuación.
El pasado mes de junio, el alcalde de La Línea me comunicó que había recibido una carta de Italia, remitida por el Dr. Pietro Luigi Crasti Visintini y firmada por varios investigadores e historiadores italianos, en la que se decía que, conociendo la existencia en la ciudad de un monolito obra de Nacho Falgueras y dedicada “a los buceadores muertos en el mar”, sometía a su consideración la posibilidad de colocar una pequeña placa que recordase a tres jóvenes buceadores muertos en acto de servicio durante el último conflicto mundial, tres victimas de aquella guerra cruel, cuyos cuerpos permanecen desde el entonces en nuestras aguas.
Hoy día podemos encontrar sus nombres en calles, plazas, escuelas de Primaria, en centros de la tercera edad y en buques de la Marina italiana
Seguidamente me solicitó que situase a los tres marinos aludidos en su contexto. No voy a repetir aquí las circunstancias de sus muertes, porque ya las publicó en su día Europa Sur y, además, las pueden leer en los capítulos correspondientes de mi último libro. Solo me dedicaré a decirles que se trata de tres miembros de la Marina italiana a los que el gobierno democrático de posguerra ya exoneró de cualquier relación con el fascismo, tal como aparecía publicado en la Gazetta de la República de aquellos años. Razón por la cuál, hoy día podemos encontrar sus nombres en calles, plazas, escuelas de Primaria, en centros de la tercera edad y en buques de la Marina italiana. Obvia decir que cualquiera que hubiese tenido vinculación con el fascismo o con el régimen de Saló había sido convenientemente depurado y expulsado de la Marina italiana de posguerra.
Se da, además, la circunstancia de que la unidad a la que pertenecían se había puesto mayoritariamente al lado del gobierno antifascista en 1943, combatiendo contra las fuerzas de ocupación alemanas entre los años 1943 y 1945; durante el periodo conocido en Italia como la Cobeligerancia y que no fue más que una guerra civil. Es más, los tres supervivientes de la misión en la que perdieron la vida estos tres marinos fueron protagonistas de importantes misiones en colaboración con la Marina británica y norteamericana, contribuyendo por tanto a la victoria aliada en la II Guerra Mundial.
Eso explica que a los actos programados hayan confirmado su presencia miembros del Senado italiano, el Agregado de Defensa de la Embajada de Italia en Madrid, mandos en activo de la Marina Militare italiana, cónsules en ejercicio , etc.
Sirva todo lo dicho para juzgar la solvencia de los que, desde el desconocimiento más supino, se han dedicado a volcar sus cubos de odio sobre lo que no es sino un gesto de humanidad y de justa memoria; de esa memoria histórica, ajena a los sectarismos y al politiqueo de baja estofa, con la que todos deberíamos estar comprometidos. Este es un buen momento para que los individuos y colectivos decidan si deben posicionarse con la verdad y la justicia o rendir cobardemente culto a la mentira, la manipulación o la propaganda. Recuerden a Bertolt Brecht y decidan.
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