Tres años y ocho meses de cárcel para el pederasta detenido en marzo
Colin Fisher fue condenado ayer por poseer imágenes indecentes de menores y vouyerismo Ya lleva seis meses en prisión
Colin Fisher, el británico de 29 años que fue detenido el pasado mes de marzo acusado de posesión, difusión, producción y publicación de fotografías obscenas de menores, fue condenado ayer a tres y ocho meses de prisión.
Colin Fisher, que ya ha cumplido seis meses en la cárcel, escuchó ayer su sentencia en el Tribunal Supremo, donde el juez Anthony Dudley narró que en el segundo recuento se contabilizaron 150 fotografías indecentes de niños realizadas entre abril y septiembre de 2014 y que éste, dijo, es su delito más grave, según recoge la GBC.
La historia comenzó a primera hora del jueves 12 de marzo, cuando tras una exhaustiva investigación por parte de los agentes de la Unidad de Protección frente a abusos de la Royal Gibraltar Police -en colaboración con la Interpol estadounidense- este británico que ejercía de responsable en la bolera King's Bowl, en el Centro de Ocio King's Bastion, fue arrestado por los agentes bajo sospecha de los delitos antes mencionados.
Ayer, el presidente del Tribunal Supremo dijo que las víctimas eran claramente los niños pre-púberes, destacando que la existencia de un mercado de estas imágenes sin duda alimenta el abuso hacia los niños e incluso fomenta la creación de las imágenes más terribles. El uso de software para evitar la detección, la corta edad de los niños representados, la búsqueda deliberada de imágenes de niños pequeños y el hecho de que la colección incluye imágenes en movimiento fueron todas las características agravantes.
Fisher también fue acusado de posesión de 48 fotografías indecentes. Se confirmó hace semanas que en ninguna de las imágenes incluidas aparecían niños de Gibraltar o de la comarca.
En dos cargos de voyeurismo se vio involucrada una tercera persona con quien tuvo una relación, a la que grabó realizando actos sexuales sin su conocimiento, imágenes que luego se puso a disposición de un tercero.
Fisher, también en secreto, había instalado dispositivos de grabación en las zonas de vestuarios de los empleados, e incluso se sabe que había filmado a dos mujeres, miembros del personal, en ropa interior. Los tres cargos restantes de voyeurismo se refieren a que se aprovechó de su posición de directivo. Además, según se supo hace semanas usó un nombre falso en internet para alentar a otros a participar en un espectáculo pornográfico infantil, aunque la justicia retiró este cargo después de que se confesara culpable de la posición de las fotografías antes mencionadas.
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