La fragata 'HMS Westminster' llega al Peñón en pleno conflicto
Los pescadores consideran que la escala del buque británico añade tensión en la zona
La fragata británica HMS Westminster atracó ayer por la mañana en la base naval de Gibraltar, donde va a permanecer en una escala técnica incluida en el marco de las maniobras militares que va a desarrollar en el Mediterráneo. Lo hizo después de escoltar hasta el domingo hasta la base aeronaval de Rota al portaaviones HMS Illustrious de cara a participar en unos ejercicios denominados Cougar 13.
La fragata de la Royal Navy llegó al Peñón acompañada de dos buques de apoyo, el Lyme Bay y el Mounts Bay, que no entraron a la base militar gibraltareña, según informaron fuentes policiales.
La fragata recaló en la Bahía de Algeciras en un contexto de tensión creciente en el contencioso soberanista entre España y Reino Unido por Gibraltar. Aunque se trata de un ejercicio militar que se ha desligado por ambas partes del conflicto de estas semanas, fuentes políticas del Campo de Gibraltar entienden que la llegada de los barcos de guerra "no se produce en el mejor momento", dada la escalada que se vive en la actualidad.
El buque de guerra zarpó el pasado martes del puerto de Portsmouth, en el sureste de Inglaterra, acompañado de los dos barcos auxiliares. El HMS Westminster pertenece a la clase Duke. Con una tripulación de 185 marinos, constituye parte del núcleo duro de ataque de la Marina Real. Botado en 1992, se encuentra en servicio en la Royal Navy desde 1994.
El buque, de 4.900 toneladas, 28 nudos de velocidad máxima, 133 metros de eslora y 16,1 metros de manga, está equipado con 32 misiles antiaire, 8 misiles antibuque y 2 torpedos antisubmarinos.
La fragata forma parte de una flota compuesta por otros tres buques de guerra y cinco barcos auxiliares que ha recalado en puertos de España, Portugal, Turquía y Malta, antes de desplazarse hacia Oriente Medio, con miles de militares a bordo.
La Cofradía de Pescadores de Algeciras consideró que la llegada del HMS Westminster añade tensión al conflicto porque "quieren guerra", según la patrona mayor de la cofradía, María Oliva. "Vamos a seguir luchando" porque "los caladeros son nuestros", aseveró.
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