Gibraltar se cuela en la cumbre del 'reseteo' entre la Unión Europea y Reino Unido tras el Brexit
España recuerda desde hace días que el tratado internacional sobre el Peñón no es independiente de la nueva relación que busca Londres con los 27
El Gobierno británico navega entre su deseo de alcanzar nuevos acuerdos y los recelos que provoca la Roca en la derecha británica
El nuevo representante de la Comisión Europea en España pide paciencia para cerrar el acuerdo sobre Gibraltar

La Línea/A unas horas de la cumbre bilateral en la que los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) y de Reino Unido intentarán resetear su relación cinco años después del Brexit, Gibraltar continúa como punto de desencuentro pendiente de resolver antes de cualquier otro gran acuerdo. España presiona desde hace semanas para que el tratado internacional sobre el Peñón no quede de nuevo en un rincón oculto, entre la maraña de asuntos con la que los jefes de Estado y de Gobierno tratarán de estrechar los lazos entre el continente y las islas británicas. Mientras, el Gobierno laborista de Keir Starmer navega entre su deseo avanzar hacia vínculos más profundos con el bloque comunitario -al menos, que los acordados por los anteriores ejecutivos conservadores- y la presión de los tories y de los populistas de extrema derecha para que no haga concesiones incómodas sobre el Peñón.
La intención de Londres es reiniciar el Brexit sin atender a que, en realidad, todavía no ha sido capaz de cerrarlo del todo en Gibraltar -una de sus grandes prioridades estratégicas en un mundo en guerra- casi cuatro años después de comenzar a negociar su nuevo y complejo estatus. De hecho, mientras se preparan esos nuevos/viejos vínculos más estrechos con el continente, el secretario de Estado británico para Europa y América del Norte, Stephen Dougthy, salió esta semana al paso de los recelos que despierta todavía un futuro tratado sobre Gibraltar en parte de la clase política británica. "Solo concluiremos un acuerdo que proteja la soberanía y la autonomía militar del Reino Unido, brinde seguridad al pueblo de Gibraltar y asegure su prosperidad futura", dijo el martes en la Cámara de los Comunes a raíz de una pregunta del conservador Martin Vickers. "¿Podría el ministro confirmar el estado de las negociaciones actuales sobre el futuro de Gibraltar, incluyendo si concluirán antes del reinicio de la relación UE-Reino Unido, y confirmará que las opiniones e intereses del pueblo gibraltareño serán primordiales?
"El honorable caballero puede estar absolutamente seguro sobre este último punto", respondió el secretario de Estado. "Hablé con el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, esta misma mañana. Hemos estado trabajando estrechamente con él y, de hecho, con nuestros homólogos de la UE y España, y todas las partes coinciden en la importancia de concluir un tratado lo antes posible. Estamos trabajando estrechamente con todas las partes en este sentido (...) Nos esforzaremos por lograrlo a su debido tiempo", sentenció.
Dougthy, en nombre del Gobierno de Starmer, estableció un orden de prioridades: independencia militar británica; defensa de la Roca y prosperidad económica. Tres aspectos que no casan con las directrices que la Comisión Europea (CE) negocia en nombre de España.

Las palabras del secretario de Estado llegaron el mismo día que el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, apremiara a Reino Unido a no atrasar más el tratado de Gibraltar, ya que no es independiente de la nueva relación que pretende cerrarse desde este lunes. Se necesita, dijo el jefe de la diplomacia española, "resolver el tema de Gibraltar para tener una relación completa entre la Unión Europea y Reino Unido". En una entrevista con BBC Newsnight de la que el canal publicó un pequeño extracto en la red social X, Albares aseveró que el asunto de la Roca "está muy claro que es parte del acuerdo de retirada" de Reino Unido de la UE. "La relación entre el Reino Unido y la UE es una relación integral, una relación global" y no una en que los temas se puedan seleccionar y elegirlos "a la carta". "Hay muchas, muchas cosas que tenemos en juego en Gibraltar, incluyendo que esto significa que si hay una negociación mucho más grande, Gibraltar tendría que estar presente", abundó.
El pasado 18 de marzo, el secretario de Estado español para la Unión Europea, Fernando Sampedro, defendió asimismo en Bruselas que la UE tenga una relación "más estrecha" con el Reino Unido y abogó porque se cierren todos los temas pendientes, como el acuerdo sobre Gibraltar, para que ese acercamiento sea "completo". La negociación del acuerdo sobre la colonia británica, que quedó pendiente tras el Brexit -ejecutado el 31 de enero de 2020-, "lleva mucho tiempo encima de la mesa" y España espera que "el Gobierno británico pueda dar su OK", señaló entonces.
Y es que más de un lustro después del llamado Acuerdo de Nochevieja, con el que España y el Reino Unido perfilaron su propósito de derribar la Verja, las partes siguen trabajando para concretar de un modo práctico lo pactado por los políticos. El pasado 5 de mayo, Albares, durante una comparecencia en el Senado para explicar el plan de Acción Exterior para el periodo 2025-2028, aseguró que se han producido "avances sustantivos" en los últimos meses en las negociaciones, sin concretar cuáles, dada la discreción con la que se desarrollan las negociaciones y que en nada contribuye a paliar la incertidumbre en la comarca.
Días antes, el 30 de abril, el ministro británico de Exteriores, David Lammy, comentó que había abordado con el comisario europeo Maros Sefcovic el fortalecimiento de "la seguridad compartida" entre el Reino Unido y la UE y el "progreso constante hacia un acuerdo sobre Gibraltar". En dicho reunión, Sefcovic instó a Reino Unido a "redoblar esfuerzos" para avanzar en las negociaciones. "Avanzamos a buen ritmo gracias al intenso trabajo de nuestros equipos. Ahora debemos redoblar esfuerzos para resolver los últimos problemas y avanzar en las negociaciones", escribió Sefkovic en la misma red social.
El ministro principal gibraltareño salió el pasado 12 de mayo antes al paso de los rumores de un inminente acuerdo sobre Gibraltar, desmintiendo una publicación que adelantaba que se anunciaría el pasado viernes antes de la cumbre.
El pasado 7 de mayo, Madrid acogió una reunión a la que asistieron representantes de la Comisión Europea (CE) y del Gobierno británico, sin que trascendieran detalles de si se produjeron avances en una negociación que desde el pasado septiembre no ha contado con una reunión política al más alto nivel. En la cita, España estuvo representada por Fernando Sampedro, mientras que por parte británica acudió Doughty, y también estuvo el propio Picardo, quien tradicionalmente forma parte de la delegación de Londres.
Revertir el Brexit sin revertirlo
Los líderes de la UE y del Reino Unido se darán cita en Londres este lunes 19 de mayo en el que será el primer encuentro institucional celebrado en suelo británico desde su salida del bloque comunitario en 2020. Entre otros temas, abordarán la cooperación en materia de defensa, las oportunidades para los jóvenes y las relaciones comerciales, marcadas por el anuncio de nuevos aranceles estadounidenses tras la llegada de Donald Trump al poder y las exigencias de una Europa que tiene la guerra a las puertas de su casa.
En concreto, las autoridades europeas y británicas pondrán el foco sobre un posible pacto de seguridad entre la UE y el Reino Unido que permitiría la participación británica en el programa europeo de compra conjunta de armamento. Esta es la opinión de los expertos del centro de estudios británico UK in a Changing Europe, que en una rueda de prensa el jueves advirtieron de que la reunión "es solo el inicio de un proceso más largo", en parte porque cualquier decisión sustancial necesitará la ratificación de los Veintisiete. Los académicos coincidieron en que el Gobierno británico, quizás por las presiones de la derecha política en el Reino Unido, ha optado por una cita "de perfil bajo".
También evaluarán la creación de un plan de movilidad juvenil para facilitar la libre circulación de jóvenes de entre 18 y 30 años, así como la eliminación de controles sanitarios y fitosanitarios (SPS) sobre ciertos productos exportados del Reino Unido a la UE, en especial aquellos que entran en Irlanda del Norte desde Gran Bretaña. Otro de los temas sobre la mesa será la cooperación en materia energética, incluida la reducción de emisiones de carbono.
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