Los monos, una atracción turística que trae de cabeza a hoteles de Gibraltar
La creciente presencia de estos animales en sus cercanías preocupa al sector, que teme consecuencias para la industria y por la seguridad de los clientes. Dos visitantes han sido atacados recientemente
La creciente presencia de macacos en las inmediaciones de varios establecimientos hoteleros de Gibraltar tiene muy preocupados a sus responsables, que temen por la seguridad de sus clientes y que esta situación pueda tener una repercusión negativa en la industria turística del Peñón.
Y es que en los últimos meses, dos clientes del hotel Caleta, uno de los más afectados por estas incidencias junto al hotel Rock, han sido atacados por estos animales, el último de ellos hace apenas dos semanas. Un hombre tuvo que recibir asistencia médica después de ser mordido por un mono que había accedido al balcón de su habitación, situada en la segunda planta. Por otro lado, una mujer fue agredida en mayo cuando un macaco consiguió entrar a su suite por la ventana; también tuvo que ser trasladada al hospital de San Bernardo.
Según la dirección de estos hoteles, los balcones se han convertido en lugares muy frecuentados por estos ejemplares, que intimidan a los visitantes. Si hasta hace poco era habitual verlos desde el hotel, en los últimos tiempos no tienen reparos en acceder a las habitaciones para conseguir comida, lo que ha sacado de nuevo a la palestra el debate sobre si los monos están bien alimentados o el control poblacional se está llevando a cabo de forma adecuada.
Para los responsables de estos establecimientos, una atracción turística emblemática y de primer orden en Gibraltar, los monos, se está convirtiendo en un problema grave para el sector.
La gestión de estos animales en el Peñón está en manos de la Sociedad Ornitológica y de Historia Natural (Gonhs), con cuyos responsables ha intentado Europa Sur contactar en reiteradas ocasiones en los últimos días sin éxito.
No obstante, según recoge en su página web oficial la asociación gibraltareña, que cuenta en esta tarea con la colaboración de una clínica veterinaria, en la actualidad hay unos 240 macacos distribuidos en seis grupos formados por entre 25 y 70 ejemplares.
Gonhs agrega que los monos reciben una dieta diaria de agua fresca y vegetales, fruta y semillas como complemento a los recursos naturales -hojas, olivas, raíces y flores-, así como atención veterinaria para comprobar su estado de salud y para medir su tamaño y su peso. Por otro lado, a cada ejemplar se le marca con un número y se le coloca un microchip como señales de identificación.
Pero ésta no es la única forma de reconocer a los macacos, ya que a menudo presentan marcas, cicatrices o manchas que permiten distinguirlos. Todos los ejemplares son fotografiados y catalogados según sus características individuales, un trabajo que también realiza Gonhs, además de estudios en colaboración con importantes instituciones como el Instituto Científico de Rabat, la Universidad de Viena, el Centro Alemán de Primates y la Universidad de Zurich.
Por otra parte, la Sociedad Ornitológica y de Historia Natural lleva a cabo cada año un censo para actualizar los datos y supervisar la reproducción de toda la población de macacos.
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