El Gobierno dice que el Foro ha avanzado "kilómetros" en diálogo
Moratinos insiste en que no se ha renunciado "ni un milímetro" a la soberanía pero reconoce que cualquier acuerdo tendría que ser aceptado por los gibraltareños · El PP solicita su reprobación
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, aseguró ayer que durante su visita a Gibraltar "no se ha renunciado ni un milímetro a las reivindicaciones del Gobierno español, pero que se ha avanzado kilómetros en lo que respecta al dialogo y la cooperación" en la nueva política impulsada por su departamento, "que sigue apuntando a la soberanía como algo irrenunciable".
En declaraciones a Radio Nacional de España, el ministro recordó la importancia de reivindicar la soberanía "alto y fuerte" en el mismo Peñón "delante de los dos interlocutores" de Gibraltar y Reino Unido, pero subrayó que, al mismo tiempo, es necesario utilizar el diálogo y la cooperación.
Moratinos reclamó paciencia ante el contencioso de Gibraltar, ya que aunque mencionó la "muy buena relación" existente entre España y Reino Unido, también recordó que el Gobierno británico tiene una "posición muy clara y dice que tiene que proteger los intereses de los ciudadanos gibraltareños».
No obstante, el ministro hizo hincapié en que esta "paciencia" no es "inagotable sino sensata para crear las condiciones destinadas a negociar adecuadamente y con resultados. En política hay que dar a veces pasos difíciles que tienen interpretaciones diversas. No es fácil, pero para eso estamos los políticos, para cambiar la realidad y hacerla mejor, y lo que queremos es que Gibraltar regrese a nuestro territorio y éste es el objetivo principal", explicó.
Moratinos remarcó que "hay más de 20.000 ciudadanos gibraltareños que tienen que aceptar y aprobar cualquier acuerdo que España y Reino Unido puedan suscribir, porque sin el apoyo de la ciudadanía difícilmente cualquier acuerdo diplomático puede tener sostenibilidad".
"Los gibraltareños ven que la España del siglo XXI mejora, cambia, abre nuevos horizontes, y lo que tienen que sentir es que solos, aislados, podrían sufrir mucho. Una vez que vean la capacidad y el impulso que tiene la sociedad española, que tengan un sentimiento de que se les respeta, tendremos más oportunidades y todavía más capacidades para lograr una solución definitiva", añadió.
Por su parte, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, lamentó que el PP haya roto el "consenso" que existía sobre Gibraltar y haya intentado "desgastar al Gobierno con una cuestión sobre la que siempre ha habido un espacio de acuerdo, más aún teniendo en cuenta que el ministro reclamó la soberanía española del Peñón ante las autoridades gibraltareñas y británicas".
En cuanto al PP, el presidente andaluz, Javier Arenas, apuntó que tras la visita a Gibraltar del ministro "está más que justificado el hecho de plantear la reprobación de éste al menos en el Parlamento de Andalucía".
Según Arenas, con este viaje "se ha retrocedido muchísimo en la reivindicación de la soberanía española", a lo que añadió que ha sido "un error histórico que afecta a la dignidad de España".
Así, dejó claro que la solución pasa por formar "un auténtico foro entre España y Reino Unido y que si se quiere ampliar este foro, se amplíe con las autoridades de Gibraltar y las del campo de Gibraltar", añadiendo que "lo que no se puede hacer es un foro marginando a las autoridades del Campo".
Por otro lado, el diputado del PP José Ignacio Landaluce insistió en que la visita de Moratinos ha sido "improcedente, inoportuna e irresponsable. La tercera cumbre ministerial fue un brindis al sol y una muestra más de un Gobierno débil. Se ha desperdiciado una oportunidad para comenzar a resolver cuestiones en litigio como las aguas que rodean al Peñón y la soberanía. La visita ha sido un capricho de Moratinos, que trata de justificar lo injustificable. Tanto embrollo para nada", finalizó.
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